En una operación efectuada por uniformados del Gaula de la Policía en el corregimiento de La Marina, zona rural del municipio de Tuluá, Valle del Cauca, dos jóvenes de 19 años fueron capturados en flagrancia por el presunto delito de extorsión.
Los detenidos, oriundos del mismo municipio, habrían exigido una suma de seis millones de pesos a los familiares de uno de ellos, en un posible caso de secuestro actuado.
De acuerdo con el reporte de la Policía del Valle del Cauca, el arresto se habría dado mientras los jóvenes intentaban recoger un pago de tres millones de pesos, orquestado por las autoridades para dar lugar al operativo de detención.
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Al parecer, los uniformados habrían dado con el montaje previamente, de manera que pudieron realizar un plan de acción sigiloso para capturar a los señalados.
Así fue el operativo
De acuerdo con los detalles relatados por las autoridades, previamente a la detención, los implicados habrían enviado una fotografía a los familiares de la joven secuestrada, mostrándola maniatada y con supuestas heridas de arma blanca, con mensajes que contenían amenazas de asesinato en caso de no realizarse el pago exigido.
Si bien no se han entregado los pormenores de cómo los familiares de la aparente víctima consideraron el hecho como sospechoso, dicha maniobra habría generado una alerta que movilizó a los allegados de la joven a comunicarse con la Policía.
Cabe la posibilidad de que el modo de escritura de los jóvenes podría haber delatado la simulación del secuestro. Uno de los mensajes de las fotografías que mostraban a la capturada como víctima, amordazada y golpeada, decía “Ai tiene ebidensias”. Por otra parte, también podría entrar en consideración lo aparentemente poco convincente de las heridas, las ataduras y la posición de las cintas que estaban sobre la cara de la joven.
Fue entonces, cuando los receptores del mensaje se coordinaron con el Gaula de la Policía, quienes implementaron una estrategia para simular la entrega de la mitad del dinero exigido y lograr la captura de los dos jóvenes en el acto.
Al respecto, el comandante del Gaula de la Policía Valle, Álvaro Enrique Sánchez Jaimes, indicó a el diario El País de Cali, que a pesar de que se presentan incrementos y disminuciones de este delito en Tuluá, en 2023 se ha registrado una baja del 42 % en comparación con el año anterior.
Los secuestros simulados, un acto de extorsión un tanto común en Colombia
Sin embargo, este tipo de actos delictivos no habían sido tan frecuentes en el panorama de las autoridades, aproximadamente, desde pandemia. Informes del Gaula de la Policía manifestaron que estos delitos, ente los que se destaca el falso secuestro, se convirtió en una nueva modalidad durante los tiempos de confinamiento.
Una explicación de esta unidad de la Policía Nacional, publicada en La Fm. enfatizó en la habilidad de los perpetradores de estos montajes para hacer las escenas. “En ningún momento se pone en riesgo la integridad física de las personas, ya que los delincuentes utilizan simplemente un teléfono celular, y toda su capacidad de engaño para recrear historias que, en muchas ocasiones, terminan con el pago de una suma de dinero considerable”.
Pese a la disminución de casos que apuntó el comandante Sánchez, en la que se registraron cincuenta casos menos que en 2022, año en el que se denunciaron 117 casos, el año anterior marcó aun aumento del 160% respecto a los 45 casos reportados en 2021. Sánchez Jaimes enfatizó que las autoridades mantienen campañas de prevención y denuncia segura, especialmente en las zonas comerciales de Tuluá.