Durante una rueda de prensa en el marco del Congreso Nacional de Infraestructura, el ministro de Transporte, William Camargo, anunció que se llevarán a cabo dos incrementos en las tarifas de peajes en 2024. Estos ajustes están diseñados para reflejar la inflación de 2022 y 2023.

Según las declaraciones del ministro, el primer aumento, correspondiente a la inflación del 2022 (13,12%), se implementará entre el 15 y 16 de enero del 2024. La segunda actualización, basada en la inflación proyectada para el 2023 (estimada en alrededor del 10%), se llevará a cabo en el segundo semestre del mismo año, puntualmente podría darse “en el tercer trimestre de 2024”.

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A pesar de que inicialmente se había contemplado un aumento en las tarifas de peajes para el 1 de diciembre de 2023, la Presidencia decidió postergar esta decisión, estableciendo la fecha de implementación en enero de 2024. El cambio de directriz busca evitar un impacto significativo en las finanzas de los ciudadanos y permitir una transición más gradual.

La proyección original indicaba un aumento paulatino en las tarifas de peajes administrados por Invías y la ANI, buscando su completa normalización antes de que finalizara julio de 2024. Sin embargo, ha habido un cambio en las decisiones en esta materia.

El incremento de la tarifa tiene como objetivo amortiguar el déficit financiero asociado a la infraestructura vial del país, que creció después de que el Gobierno no subiera las tarifas, como lo hace anualmente, para el 2023 y las congelara en cientos de peajes del país, administrados por Invias y la ANI.

La decisión del Gobierno colombiano de postergar el aumento de las tarifas de peajes fue una reacción a las críticas por parte del gremio de los transportadores.

Ánderson Quiceno, director de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC), expresó su descontento en una entrevista en la W Radio, calificando la medida como “un golpe bastante bajo” que afectaba tanto a los transportadores como a la economía nacional, pues se encarecerían los precios de los alimentos y el incremento se iba a realizar en plena temporada navideña, cuando los colombianos suelen hacer viajes a otras partes del país.

Esto suponía una posible amenaza para el Gobierno, pues ya existen tensiones con este gremio por el aumento del Acpm (combustible que usan camiones, tractomulas y otros vehículos pesados). Este incremento iría a partir de febrero de 2024 como una medida para contrarrestar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc).

El valor actual por galón de este combustible ronda los 9.056 pesos. Según el Ministerio de Hacienda, la tarifa final debería alcanzar aproximadamente los 16.000 pesos. A pesar de las mesas de concertación con los gremios, el Gobierno se mantiene en el incremento.

Por su parte, Arnulfo Cuervo, vicepresidente de Fedetranscarga, anunció que, como gremio, presentarán una propuesta cuyo objetivo es establecer otra forma de aumentar del precio del diésel para el año 2024, para que no afecte de sobremanera a los trasportadores.

Cabe recordar que el congelamiento de las tarifas de peajes se produjo después de que el Gobierno emitiera el decreto 0050 de 2023, eximiendo a 143 estaciones de cualquier incremento en sus tarifas. La medida, diseñada para aliviar la presión económica sobre los ciudadanos, buscaba mantener la estabilidad financiera en medio de las crecientes preocupaciones inflacionarias.

A pesar de la intención de aliviar la carga económica de los ciudadanos, esta decisión, al parecer, generó consecuencias adversas, ya que ahora el impacto en el bolsillo de los colombianos será mayor en 2024: tendrán que enfrentar dos aumentos en menos de nueve meses.