La Unión Internacional de Ciencias Geológicas de la Unesco ha reconocido la región que abarca Villa de Leyva, Sáchica y Sutamarchán como geositio de conservación de patrimonio mundial. Este reconocimiento se fundamenta en el descubrimiento de 26 fósiles de ictiosaurios, pliosaurios y tiburones prehistóricos, localizados en la formación rocosa conocida como Paja.
Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) han logrado determinar la edad de fósiles de vertebrados marinos en un grupo de rocas en Boyacá, proporcionando evidencia de la diversidad y los hábitos de animales prehistóricos que poblaron los mares entre 125 y 113 millones de años atrás.
Esta investigación permite un mejor entendimiento de la estratigrafía de la región y proporciona un sólido punto de partida para futuros estudios ecológicos e interpretaciones de los especímenes encontrados.
El descubrimiento es resultado del trabajo del paleontólogo Cristian David Benavides Cabra y su equipo, que a través del análisis estratigráfico pudieron identificar cuatro niveles rocosos en la formación rocosa Paja. Estos corresponden a dos etapas geológicas distintas, el Barremiano y el Aptiano, gracias a lo cual han logrado hilar finamente la datación de los fósiles de vertebrados marinos antiguos encontrados en la zona.
Entre los hallazgos más destacados se encuentra la datación precisa del Ictiosaurio muiscasaurus catheti y del tiburón Protolamna ricaurtei, ambos del aptiano superior.
“Encontramos cuatro niveles de rocas en las que estaban los 26 vertebrados marinos estudiados, dos de ellas del Barremiano y las otras dos del Aptiano, lo cual es un hito porque nunca se había realizado un estudio así para los vertebrados marinos fósiles de esta región. Este es un avance que permite que en el futuro los investigadores de Colombia y del mundo tengan un punto de partida para hacer interpretaciones ecológicas de estos especímenes”, explicó Benavides Cabra.
Estos avances solucionan el problema de la falta de información de antiguas colecciones y especímenes que, de otro modo, permanecerían como piezas incompletas en la historia paleontológica del país. La estratigrafía es vital en este contexto, ya que se encarga del estudio de las capas de sedimentos y sus secuencias en el tiempo geológico, aportando datos cruciales sobre la historia de la Tierra y de los seres que la habitaron.
El equipo que acompaña a Benavides está compuesto por expertos del Departamento de Geociencias y del Departamento de Biología de la Unal, incluidos la profesora María Páramo, los investigadores José Narváez y María Paula Ramos, y Héctor Palma. Su colaboración ha sido esencial para lograr una comprensión más profunda de las formaciones geológicas y la biodiversidad prehistórica de Boyacá.
La formación Paja se dividió en tres secciones durante la investigación, con un enfoque particular en la sección media, donde se detectó una mayor concentración de fósiles. Esta parte cuenta con subdivisiones y segmentos de diferentes características rocosas, incluyendo aquellos con presencia de amonitas, fundamentales para corroborar la edad de las rocas y los fósiles hallados.
Los resultados de este minucioso estudio son relevantes tanto para la comunidad científica local como internacional. Los fósiles analizados están principalmente albergados en el Museo Paleontológico de Villa de Leyva, el Centro de Investigaciones Paleontológicas (CIP), el Museo Comunal El Fósil de la vereda Moniquirá, el Museo de Sáchica, y en la colección del Departamento de Geociencias en la Unal.
Esta investigación representa un hito en el campo de la paleontología en Colombia, ya que por primera vez se logra un estudio de tal magnitud para los vertebrados marinos fósiles de esta región. Además, abre camino para futuras exploraciones que podrán expandir aún más nuestro conocimiento sobre los océanos prehistóricos y sus habitantes.
La Universidad Nacional de Colombia confirmó que para obtener estos logros, el investigador y su grupo de trabajo realizaron diversas visitas a estos lugares, utilizando y comparando sus hallazgos con las descripciones que en años anteriores hicieron los profesores, también de la misma institución de educación superior, Fernando Etayo y Pedro Patarroyo, que han dedicado su experiencia a detallar lo que ocurre con estas formaciones.