Según informes de fuentes militares del medio de comunicación colombiano Revista Semana, en el sur de Bolívar se han producido dos incidentes violentos distintos que han sumido a los residentes en el temor. En la zona de Mina Golfo, se reportó un enfrentamiento entre el Ejército y miembros de la estructura Pino Duarte del Clan del Golfo.
El segundo incidente tuvo lugar en la zona del Arenal, donde se registró un enfrentamiento entre las disidencias de las Farc del frente 37 y el Clan del Golfo. Según las fuentes militares, hasta el momento, no se han reportado personas heridas en ninguno de los dos eventos.
A pesar de la aparente falta de víctimas, los habitantes de las regiones afectadas viven con miedo debido a las confrontaciones entre la autoridad militar y la delincuencia, así como entre las organizaciones ilegales.
Videos difundidos en redes sociales muestran ráfagas de fusil cerca de los cascos urbanos, con residentes corriendo para evitar quedar atrapados en el fuego cruzado. Los enfrentamientos han continuado por más de diez horas en el sur de Bolívar, y los residentes demandan la presencia inmediata del Estado y las Fuerzas Militares.
Fuentes del Ejército confirmaron que se han enviado unidades a la zona donde se libran combates entre las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo, con el objetivo de restablecer el control en la región. “¡Corran, corran que están disparando desde el monte!”, se escucha gritar a los pobladores que buscan alejarse del área de conflicto.
Cabe destacar que el Gobierno suspendió el cese al fuego con el Clan del Golfo, mientras mantiene un cese con las disidencias de las Farc lideradas por Iván Mordisco. Estos ceses forman parte del proyecto de “paz total”, una política clave del Gobierno nacional en materia de seguridad y orden público.
Disidencias de la Segunda Marquetalia quieren expulsar al Ejército Nacional de Tumaco
En los últimos meses, se ha vuelto común que las comunidades, por presión de las disidencias de las Farc, expulsen al Ejército de sus territorios, tal y como pasó en el corregimiento de El Plateado (Cauca) días después de las elecciones regionales del 29 de octubre, y en Briceño (Antioquia), a principios de noviembre.
Un nuevo caso se registró en el municipio de Tumaco (Nariño), donde un grupo de campesinos de la vereda El Timbal evitó que tropas de la fuerza de tarea Hércules, del Ejército, erradicaran dos cultivos ilícitos de coca.
Con la excusa de una manifestación en contra del abandono estatal, las disidencias de las Farc de la Segunda Marquetalia instrumentalizaron a la población civil para que expulsara a los soldados de su territorio e, incluso, plantaron cilindros bomba en medio de los campos de coca, que fueron desactivados por el personal antiexplosivo del Ejército para evitar una tragedia.
“En ese sector, en las últimas semanas las tropas de la Fuerza de Tarea Conjunta de Estabilización y Consolidación Hércules, en permanente coordinación con la Policía Nacional, han neutralizado cerca de 50 laboratorios ilegales para el procesamiento de base de coca, han destruido insumos líquidos y sólidos, han incautado armamento, entre otras acciones, debilitando así las estructuras logísticas y criminales que allí delinquen”, le dijo a Cambio el comandante de la Fuerza de Tareas Hércules, general Giovanni Rodríguez León.
Aunque el Ejército se retiró del lugar, la institución armada informó que los militares no se van de Nariño y que la retirada fue para reorganizar las tropas con el fin de evitar confrontaciones con la población civil.
Las Fuerzas Armadas indicaron que la asonada de los pobladores fue promovida por las disidencias de las Farc que hacen presencia en la zona y que se quieren apoderar de las rentas ilícitas relacionadas con el narcotráfico.
“Derivando con esto la presión e instrumentalización de la población civil en la ejecución de asonadas para que impidan las acciones de las autoridades en contra de la cadena del narcotráfico”, indicó el Ejército a través de un comunicado.
En la zona tiene injerencia el frente Oliver Sinisterra, de la Segunda Marquetalia, al mando de alias Gringo, reemplazo en el mando guerrillero de alias Guacho, abatido en una operación conjunta de las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y la Fiscalía General en diciembre del 2018.
De acuerdo con las autoridades, alias Gringo es el que ordena la instrumentalización de las poblaciones de Tumaco y entorpecen los procesos de erradicación de cultivos y destrucción de laboratorios de procesamiento de coca. Tal es el poderío del frente Oliver Sinisterra de la Segunda Marquetalia, que en lo corrido del año las Fuerzas Armadas han destruido más de 2.200 artefactos en medio de operativos.