En el marco del séptimo aniversario de la firma del acuerdo de paz del 2016, la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, mostró su postura sobre la implementación del capítulo étnico, destinado a proteger a las comunidades y ofrecer oportunidades a las víctimas del conflicto armado colombiano.
Durante su intervención, Márquez admitió que la implementación de este capítulo ha sido “fuerte y desgastante”, destacando la importancia de la voluntad política en el proceso. Sin embargo, la vicepresidenta expresó su insatisfacción con los avances logrados desde que Gustavo Petro asumió la tarea en relación con el capítulo étnico.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.
“Yo aquí no vine a decir mentiras. Yo aquí no vine a engañar a mi propia comunidad, a mi propio pueblo. Yo vine a decir que no hay mayores avances, incluso de nuestro propio Gobierno”, afirmó Márquez.
En su discurso, la vicepresidenta también reconoció la falta de progreso a pesar de las directrices dadas para avanzar en la implementación.
En un comunicado emitido el lunes 20 de noviembre, Márquez advirtió lo siguiente: “no estoy contenta con los avances del capítulo étnico y lo digo como vicepresidenta. Yo espero más de mi Gobierno, espero más de mis funcionarios, sobre todo de las instituciones que tiene responsabilidad concreta y, si me toca ser el patito feo, lo sigo siendo, pero yo llegué aquí por un cambio”.
La vicepresidenta reveló que ha mantenido diálogos con 23 instituciones clave en la implementación del capítulo étnico y destacó que las discusiones han surgido debido a los pocos resultados obtenidos. Ante esta situación, Márquez instó a reformular los indicadores para medir el impacto del capítulo en el marco del acuerdo de paz.
La vicepresidenta también expresó que cuando asumió la tarea de coordinar las instituciones y sectores para hacer realidad esta implementación, recibió el reto “sin encontrar información clara”. Según se lee en el comunicado, existían 100 indicadores para evaluar la implementación: “la mayoría de forma, pero no de fondo”.
Aunque se anunció que desde la semana del 27 de noviembre se concretará el grupo de cooperación internacional para que se puedan medir los impactos y los avances en la construcción de paz en las comunidades indígenas, negras, raizales y palenqueras, la vicepresidenta afirmó que la implementación todavía está a “media máquina”.
En el documento, Márquez solicitó a varias entidades del Gobierno Nacional contribuir al impulso del proceso de implementación del acuerdo de paz entre el Estado y la extinta guerrilla de las Farc, firmado en La Habana en 2016. Además, subrayó la necesidad de tomar decisiones de fondo sobre el tema, tras acercamientos con el presidente Petro.
¿Cuáles son los puntos menos avanzados en la implementación de la paz según Márquez?
Como coordinadora de las acciones de implementación del capítulo étnico, Márquez ha liderado la sanción de dos artículos de la Ley 70 de 1993 (Ley de Negritudes). Aunque ha habido informes sobre avances en la entrega y restitución de tierras, la vicepresidenta destacó rezagos en las garantías para la participación política de las víctimas del conflicto armado en los territorios, así como las dificultades en el desminado humanitario en varias zonas del país, una de las más afectadas, la costa pacífica nariñense.
Según registros de la ONU, para octubre de 2023 han sido asesinados 400 firmantes de paz; entre ellos líderes políticos, como el caso de Jaime Luis Díaz, firmante de paz y candidato al Concejo de Chalán, Sucre. Díaz fue asesinado días previos a las elecciones regionales del 29 de octubre.
Otro importante desafío está relacionado con la sustitución de cultivos ilícitos mediante la reconversión productiva. En este contexto, Márquez hizo un llamado a la comunidad internacional, destacando que ha observado propuestas de comunidades para proyectos de reconversión productiva basados en el uso de la hoja de coca. Sin embargo, lamentó que este proceso no haya avanzado, no por falta de voluntad por parte del Gobierno, sino debido a obstáculos vinculados a voluntades internacionales.
Márquez Mina instó a los organismos internacionales a revisar la normativa existente, sugiriendo la posibilidad de permitir a los pueblos étnicos utilizar la hoja de coca para la creación de productos que promuevan la vida. En este sentido, resaltó los esfuerzos del Gobierno para impulsar esta iniciativa.
Al mismo tiempo, le envío un mensaje a varias instituciones del Gobierno Nacional para definir asuntos clave: desde el presupuesto hasta la ejecución en el territorio, recordando el compromiso que existe con las poblaciones más desfavorecidas del país.