En medio de la conmoción por la repentina muerte del exsenador Mario Castaño, sorprendido por infarto cuando pagaba una condena de 15 años de prisión en la cárcel La Picota en Bogotá, se reveló una información sensible que deberá ser indagada por las autoridades.
Según le revelaron fuentes al diario El Tiempo, al cuerpo del político le habrían robado una ostentosa cadena de oro que llevaba en el cuello, un lujoso reloj y otras pertenencias.
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“La celda del exsenador estaba localizada en el segundo piso del pabellón. Uno de los compañeros le fue a llevar un tinto, pero volvió con el pocillo en la mano porque dijo que todavía estaba dormido”, le comentó la fuente al medio mencionado y agregó que fueron a despertarlo y se dieron cuenta de que en realidad estaba muerto.
Varios reclusos señalaron en una carta dirigida a Horacio Bustamante, director de La Picota, a uno de sus compañeros como el principal sospechoso: Vladimir Melo Carrillo, otro expolítico, que militó en el Movimiento Cristiano Pacto e hizo parte del Concejo de Bogotá. En 2009 fue condenado a 41 años de cárcel por haber contratado a dos sicarios para que le quitaran la vida a su esposa.
Los reclusos manifestaron en su misiva a Bustamante que aquel hombre no les generaba confianza, puesto que había estado atendiendo al exsenador Castaño durante los últimos cuatro días y no informó que se había infartado, sino que dijo que estaba dormido.
De acuerdo con El Tiempo, el exconcejal negó cualquier relación con la supuesta desaparición de los objetos personales de Castaño y se negó a ser trasladado de patio, aduciendo razones de seguridad. “Al final de la tarde del lunes (20 de noviembre), Vladimir Melo fue trasladado al pabellón 25 de la nueva estructura Erón, donde se le pueden brindar garantías”, le dijo el directo de La Picota al diario bogotano.
“Lo que se sabe es que los primeros indicios recaerían en contra de la persona que le llevó el tinto. Pero personas de mediana seguridad también tienen acceso al lugar. Algunos se encargan de oficios varios”, dijo además Bustamante.
Mario Castaño se hizo célebre por liderar una gigantesca red de corrupción a nivel nacional que involucraba a distintos funcionarios de orden regional. Por ese motivo, fue condenado por los delitos de concierto para delinquir, peculado por apropiación, tentativa de peculado por apropiación, estafa agravada y concusión.
En la sentencia de la Corte Suprema de Justicia se indica que Castaño, en su posición como senador de la República, tuvo contacto con funcionarios del sector público y privado para incidir en los procesos de contratación del Estado y así adueñarse de millonarios recursos del erario.
La red criminal por la cual el exsenador fue enviado a la cárcel en junio de 2022 para cumplir su pena de 15 años y 11 meses, se conoce como ‘Las Marionetas’. Sus tentáculos llegaron a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y a los departamentos de Caldas, Cauca, Quindío, Tolima, Risaralda y Chocó.
Justamente, la Fiscalía había anunciado la semana pasada la judicialización de dos personas que se habrían beneficiado irregularmente de contratos cuyo valor es de 25.436 millones de pesos.
Aquellos dos sujetos son Raúl Alfonso Cardozo Nuncira y Andrés José Ospina Rosales, que fueron imputados por el ente acusador con los delitos de concierto para delinquir e interés indebido en la celebración de contratos. Ninguno aceptó los cargos. La investigación de la Fiscalía estableció que Cardozo y Ospina se habrían beneficiado con contratos en Quindío y Tolima.