En medio de la estrategia del Gobierno nacional para reactivar el sistema férreo nacional, finalmente se ha dado inicio al estudio de prefactibilidad para el proyecto del tren de alta velocidad que unirá las ciudades de Medellín y Bogotá.
Según señalaron las directivas de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), los trabajos iniciales marcarán el primer paso crucial en la planificación de un proyecto ferroviario de gran envergadura que tiene como objetivo transformar la conectividad entre las dos principales ciudades del país, a la que actualmente solo se puede llegar por vía aérea o en automóvil, un trayecto que dura más de 9 horas para los viajeros.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
El Proyecto Férreo de Velocidad Alta tiene planeado la creación de un tren bala, que permita movilizar a los colombianos entre las dos capitales en un tiempo no mayor a tres horas, por lo que esperan que el estudio de prefactibilidad proporcione información esencial para determinar la viabilidad técnica y financiera de este ambicioso proyecto.
Según Gustavo Ruiz Agudelo, gerente de la promotora Ferrocarril de Antioquia, los estudios iniciales estiman que la línea férrea podría tener una longitud de entre 360 y 600 kilómetros, dependiendo de los resultados de los estudios en curso. Además, se prevé que el tren alcance velocidades comerciales de 200 a 250 kilómetros por hora, reduciendo significativamente el tiempo de viaje entre ambas ciudades a aproximadamente dos horas y media.
“Un proyecto de esa envergadura solo es posible y viable si disminuye al usuario el tiempo que le toma transportarse entre los dos destinos por los medios tradicionales. Es decir, que será viable si el tiempo que le toma a una persona en llegar desde su casa a Bogotá por este tren es inferior a si lo hace en avión”, señaló el funcionario.
En cuanto al estudio, se conoció que será financiado con recursos de cooperación internacional otorgados por el Gobierno español, y fue asumido por la empresa pública española Ingeniería y Economía del Transporte Ineco. Esta entidad, con 50 años de experiencia en soluciones de movilidad, sería la encargada de entregar las conclusiones técnicas sólidas y proyecciones confiables.
Con un costo de 835.000 euros, es decir unos 3.200 millones de pesos, el estudio de prefactibilidad se espera que tome alrededor de 15 meses. Durante este período, se analizarán parámetros técnicos para determinar costos reales de construcción, el impacto ambiental y económico, así como la valorización económica de la operación y mantenimiento.
Por su parte, Ruiz destacó la importancia de este estudio no solo en términos técnicos, sino también como un paso esencial para redefinir la historia ferroviaria del país. El proyecto, que se posiciona como el tercero en Latinoamérica después de Brasil y México, se encuentra en una fase crucial donde se deben tomar decisiones importantes sobre trazados y posiblemente incluir partes en túneles.
“Este es un proyecto del que habrá que tomar importantes decisiones de trazados y por eso no se descarta que haya partes que sean en túneles. Es un proyecto que hay que madurarlo muy bien porque es el primer proyecto de alta velocidad ferroviaria que se hará en el país (...). Queremos que sea una realidad y por eso hay que llevarlo paso a paso y en esto se necesitará el apoyo del Estado, pero también de los recursos de las empresas privadas que también se beneficiarían de él”, señaló el gerente de la promotora Ferrocarril de Antioquia
Este proyecto, que hace parte de la visión para rehabilitar cerca de 2.800 kilómetros de vías ferroviarias en Colombia para el año 2040, marca un hito importante en la búsqueda de soluciones de movilidad eficientes y sostenibles en el país. A medida que avanza el estudio de prefactibilidad, se espera que surjan más detalles sobre la viabilidad del proyecto y su contribución potencial al desarrollo económico y la conectividad regional.