El Gobierno de Gustavo Petro quedó en una encrucijada con el secuestro y posterior liberación de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista colombiano Luis Díaz, del Liverpool de Inglaterra. Esto, debido a que no es muy claro el panorama con lo que debe pasar tras del hecho, ya que el que cometió el delito fue el Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo guerrillero con quien se negocia un acuerdo de paz y con quien se acordó un cese al fuego.
Díaz estuvo secuestrado 12 días en la selva de La Guajira y Colombia entera, así como el mundo del fútbol, se volcó en pro de su liberación.
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Como justificación, el ELN informó que el frente que lo secuestró no sabía quién era. No obstante, el mismo grupo guerrillero insiste en que debe seguir con los secuestros y con extorsiones, debido a que es su fuente de financiación, de la cual produciría $18.000 millones mensuales.
Ante esto, el general retirado Óscar Naranjo, exdirector de la Policía Nacional, habló con Infobae Colombia y dio detalles de lo que, a su parecer, debe pasar con esta guerrilla, así como con las Disidencias de las Farc.
Dijo que es “fundamental en un proceso de salida negociada, como el actual con el ELN, un conflicto armado de tantos años, que la soberbia sea reemplazada por un espíritu realmente constructivo, colaborativo”.
Explicó que una negociación lo que supone es que tanto el Gobierno, en representación de la ciudadanía y del Estado, y las guerrillas encuentren caminos para la dejación de las armas, para que cese la violencia y para poner en marcha procesos de transformación que originaron esas violencias:
“A ese estado de madurez todavía no se ha llegado, pero no por eso habría que claudicar en la persistencia de una combinación de aplicación de la ley, pero también de negociación política”
Frente a las Disidencias de la Farc, precisó que ya hay un comienzo de negociación, pero que habrá que pedirle a esa organización que sea mucho más clara en lo que aspira conseguir en esta. Por eso, insistió en que es necesario que dé demostraciones que evidentemente quieren iniciar una negociación para dejar las armas y para reincorporarse.
“Se necesita de una organización que al mismo tiempo respete lo que hasta ahora está acordado en los documentos previos el Derecho Internacional Humanitario, lo cual significa que para nada se comprometa a la población civil y hacerla víctima de decisiones que tomen esas disidencias”, remarcó.
Naranjo cree que el Gobierno y sus negociadores tienen un gran reto al frente con ese grupo y espera que la guerrilla del ELN, así como al mismo tiempo las Disidencias de las Farc, tienen al mismo tiempo una gran responsabilidad y es dar muestra de que estar sentados en la mesa no significa ganar tiempo para ganar ventaja militar.
Cese al fuego
Por otro lado, se refirió a lo que está pasando con la fuerza pública y la orden de cese al fuego con dichos grupos.
“Conociendo la fuerza pública, dado que estuve allá en durante 38 años, esta tiene un apego total a la Constitución Política y a la ley. En mi opinión, es poco injusto decir que están atados. Además, que otra cosa es que haya espacio de cese al fuego con algunas organizaciones, que tienen que estar sujetos a monitoreo y verificación para, justamente, no permitir que haya violaciones”, enfatizó.
Concluyó al decir que esperaría que haya un mayor compromiso de estas estructuras armadas en cumplimiento al cese al fuego y al mismo tiempo la fuerza pública mantenga su entusiasmo de ser una fuerza, básicamente, civilista democrática y que cumple la ley y la Constitución.