Un joven fue asesinado en medio de un juego con la tabla ouija

Los testimonios dicen que los asistentes habrían consumido LSD; no obstante, el examen toxicológico de José no reveló muestras de la sustancia en su cuerpo

Los jóvenes indican que el juego les dijo que debían asesinar a uno de sus compañeros. Imagen de referencia - crédito archivo Infobae

La familia de José Mauricio Ospina, un joven de 17 años que apareció asesinado desnudo, boca abajo y envuelto en una sábana, después de estar acompañado de tres de sus mejores amigos en una casa en la localidad de Patio Bonito, en Bogotá, todavía no sabe a ciencia cierta cómo y por qué asesinaron al menor que para entonces cursaba undécimo grado en el colegio Eduardo Umaña, en la localidad de Kennedy y que, además, adelantaba un curso de técnico de cocina en el Sena.

En el informe de necropsia, Medicina Legal confirmó que el fallecimiento se produjo por asfixia mecánica. Además, el cuerpo registró contusiones en la cabeza y lo movieron durante varios metros, reportó el organismo investigador.

Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Google News.

No obstante, los familiares del joven insisten a las autoridades que no detengan la investigación hasta esclarecer qué ocurrió con José Mauricio, antes de su muerte.

El periódico El Tiempo hizo públicas algunas declaraciones que reposan en el expediente judicial. Allí, uno de los jóvenes que estaba con el fallecido contó que se encontraban jugando a la tabla ouija y por su instrucción debían asesinar a uno de sus compañeros, el problema es que José Mauricio fue el elegido.

Por su parte, otro de los amigos, quien también estuvo implicado en la muerte del estudiante, narró que habían consumido LSD, una droga semisintética que produce alucinaciones. El joven afirmó que jugaron a la tabla ouija minutos antes del fatal desenlace.

Para la familia del menor, hay muchas inconsistencias en el caso - crédito Claudia Ospina

“Veía figuras de colores; luego, a mis compañeros pegándole a la pared, y luego a Mauricio en el piso lleno de sangre (…), yo sabía que todo eso era un sueño”, narró el joven a las autoridades. Sin embargo, la familia de José siempre ha insistido en que él no consumía sustancias psicoactivas y el examen toxicológico no arrojó presencia de licor o droga en su cuerpo.

De acuerdo con el testimonio que en su momento le dio Claudia Velásquez, madre de José, a Semana, los hechos ocurrieron entre la noche del 12 y madrugada del 13 de abril. “Él estaba haciendo tareas del Sena en el computador. Yo salí a hacer una diligencia y él se quedó en la casa, pero me dijo que iba a ir a donde un compañero del colegio a hacer unas tareas. Ese compañero a donde él iba, yo lo conozco, mi hijo inclusive ya se había quedado varias veces a dormir ahí”.

A pesar de las incógnitas que hay en el caso, lo extraño es que José Mauricio terminó en la casa de otro compañero, desnudo y sin vida. “Yo regresé a la casa a las ocho de la noche y él no estaba. Hacia las 11 de la noche lo llamé y no me contestó. Me quedé dormida y a las 4:30 a. m. me levanté con angustia porque todavía no había llegado a la casa; le empecé a marcar al celular y al tercer intento me contestaron del CTI y me aseguraron que ellos tenían el celular en su poder porque se encontraban en una casa en donde había pasado una emergencia e indicaron que los heridos fueron remitidos al hospital de Kennedy”, le dijo Claudia al medio citado.

Cuando llegó al centro hospitalario, le informaron a Claudia que José Mauricio estaba muerto y era el único, de las cuatro personas que estaban en la residencia que se encontraba sin vida. “Él no se fue para donde me dijo, resultó en casa de otros compañeros y el investigador del CTI me aseguró que lo encontraron muerto y desnudo, mientras que los otros tres jóvenes estaban alterados e idos”, contó la madre del menor.

Según la madre la explicación que le dieron en Medicina Legal parece incompleta - crédito Medicina Legal/Facebook

Por otra parte, lo más llamativo para la madre de José es que los uniformados del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) le afirmaron que el cuerpo de José Mauricio no tenía rastros de violencia, ni siquiera un rasguño, pero cuando su otra hija fue a Medicina Legal a reconocer el cuerpo, evidenció moretones en su cara y lo que le dijo el forense es que el joven llevaba más de 12 horas de fallecido, pero el acta de defunción aclara que José murió a las 12:00 de la noche y cuando se hizo el reconocimiento no habían pasado más de 12 horas. “Él era muy juicioso, dedicado a su estudio, tenía buenas notas, cuando no tenía colegio le tocaba ir a McDonald’s a trabajar en las prácticas. Me arrebataron la vida y no sé qué sucedió, merezco saber la verdad”, recordó la madre.

Por ahora los hechos continúan siendo materia de investigación.