Patricia Ércole habló de su vida en soledad: “Uno paga un precio”

La actriz se refirió a la ausencia de su madre, al hecho de no tener pareja y su conexión con el papel que tuvo en la película ‘Itzia, tango y cacao’

Patricia Ércole regresó a la actuación luego de cuatro años en la película ‘Itzia, tango y cacao’, dirigida por Flora Martínez - crédito @patriciaercole/Instagram

Reconocida por su capacidad actoral y su belleza, Patricia Ércole es una de las figuras más destacadas de la televisión colombiana de los últimos 25 años. Sus papeles en Gitana, Las aguas mansas, La fuerza del poder, La saga, negocio de familia, Sin tetas no hay paraíso o Loquito por ti, la convirtieron en una figura reconocida por los televidentes.

Pero lejos de limitarse a la actuación, la hija de la reconocida actriz Raquel Ércole y el humorista Lizardo Díaz tuvo la oportunidad de incursionar en el baile y pudo foguearse en Europa durante buena parte de su vida, tanto por su carrera como bailarina profesional, como por sus trabajos como actriz en distintas producciones de cine, teatro y televisión.

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Sin embargo, desde su aparición en la miniserie de RTVC El Inquisidor, en 2019, Patricia se mantuvo alejada de la actuación. Eso terminó con su participación en Itzia, tango y cacao, película que marcó el estreno de Flora Martínez como directora. Debido al estreno del largometraje en las salas de cine de todo el país, la actriz fue entrevistada por El Espectador para hablar no solo de su regreso a la actuación, sino de la soledad.

En una charla que destacó por su intimidad, Ércole habló del hecho de que durante buena parte de su vida ha optado por no tener una pareja sentimental, algo que explicó por su constante participación en distintos proyectos alrededor del mundo:

“Lo que pasa es que no es fácil cuando tu te mueves tanto por proyectos y por casas. Yo creo que uno paga un precio. He tenido mis parejas en Europa, pero estaba y no estaba. Eso era lo que sucedía, y me lo decían, y tenían toda la razón (...) Son decisiones que tomas en la vida, y hay que asumirlas”

Patricia relató que en más de una oportunidad sus padres le aconsejaron que buscara una pareja. “Tú crees que la juventud es eterna y el tiempo va pasando...”, reconoció. De igual manera, señaló que si le gustaría tener una pareja o “un partner de vida” con el que pueda hablar de muchas cosas, pero concluyó que más allá de la dificultad de encontrar una pareja, no se caracteriza por llevar la iniciativa. “No soy de estar yendo a diez mil partes a ver si encuentro”, comentó.

La actriz de 60 años comentó que si bien es consciente que el amor no llegará un día cualquiera golpeando a su puerta, “a estas alturas se lleva con más calma” la falta de una pareja sentimental. En ese sentido, cabe recordar que una de las parejas más recordadas de Patricia fue el actor Miguel Varoni, con el que se casó en 1991, pero terminó divorciándose dos años después tras darse a conocer la infidelidad del colombo-argentino con Aura Cristina Geithner, por esos días, coestelar de Varoni en La potra zaina.

No obstante, habló de la soledad que le generó la muerte de su madre Raquel Ércole, a la que describió como “una mujer amorosa pero de mucho carácter. Fue mi alma gemela”. También habló del dolor que le representó su fallecimiento en 2021. “Si tú me preguntas de soledad, he ahí... se me fue una mujer que me daba mucha fuerza”, comentó, visiblemente emocionada al recordarla, y reconociendo que el duelo “no ha sido un proceso fácil”.

Patricia habló de su papel en Itzia, tango y cacao y describió su personaje, Julia, como “Una mujer que se reencuentra con el amor de su juventud, un hombre que había conocido muchos años atrás, crear una familia. Pero él venía tocado de una viudez y por la muerte de su hija. Ella lo acompaña, pero hasta determinado momento”.

Además de resaltar que su papel habla justamente de que las mujeres deben estar dispuestas a tomar decisiones sin depender de una relación sentimental, recalcó lo importante que fue este regreso a la actuación, pues en determinado punto consideraba que esa etapa ya había terminado:

“Yo le digo a Flora (Martínez) que fue un regalo que llegó de mamá, porque yo no quería continuar (en la actuación). Quería buscar otros rumbos, y esto me permitió reencontrar a mi actriz”