“Son hechos cobardes”: Fuerzas Militares rechazaron el asesinato de tres soldados por las disidencias de las FARC, aseguran que es una violación al cese al fuego

Tras la muerte de dos uniformados del Ejército Nacional de Colombia por causa de la activación de un explosivo que habría sido instalado dentro de una maquina excavadora, y uno más que adelantaba labores de seguridad, las Fuerzas Militares de Colombia emitieron declaraciones para manifestar su rechazo a los acontecimientos que habrían tenido lugar el 16 de noviembre del 2022 en zonas de los departamentos de Antioquia y Cauca.

Por medio de un comunicado, la institución confirmó que los actos criminales habrían sido atribuidos a integrantes de la Estructura 36, y al Frente Dagoberto Ramos, pertenecientes al Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC.

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Es necesario mencionar que los uniformados muertos habrían sido identificados como Dúber Loperena Montero y Andrey Mayorga Coronel, ambos asesinados en la zona rural de Anorí, Antioquia, y José William Sánchez Poveda, quien habría sido muerto en Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca.

En primer lugar, las Fuerzas Militares manifestaron que los tres soldados habrían estado adelantando, junto con sus respectivas tropas, tareas de “control territorial y presencia institucional”. como parte de la consigna de los uniformados de “brindar seguridad a los pobladores de la región”.

De acuerdo con el reporte preliminar de la Séptima División sobre el atentado en Anorí, Antioquia, los soldados se habrían encontrado en la verera Puerto Rico, en medio de sus operaciones, cuando el artefacto que habría sido introducido en una máquina que se encontraba en la vereda, explotó y dejó sin vida a los dos soldados, heridos a otros dos y al conductor de la maquinaria.

Dicha excavadora, habría sido robada el 1 de noviembre y encontrada por uniformados del Ejército.

En el caso de la muerte del soldado Sánchez Poveda, el Ejército también informó que se habría tratado de un ataque ocurrido en la vereda Munchique, cuando “tropas del Batallón de Operaciones Terrestres N.° 12, que adelantaban operaciones de seguridad y estabilidad, fueron objeto de un ataque”, de acuerdo con el reporte preliminar.

No obstante, en sus declaraciones, las Fuerzas Militares expresaron que dichos ataques, presumiblemente propiciados por grupos armados disidentes, serían una clara violación a los pactos acordados con el Gobierno nacional en el Cese al Fuego Temporal Nacional Territorial (CFBTNT) estipulado en el Dectreto 1684 de 2023.

De esta forma, la institución armada notificaría al “Componente Internacional que hace parte de la Mesa de Diálogos de paz, para que se adopten las acciones a las que haya lugar”, como consecuencia de las ofensivas que fueron consideradas como “incumplimientos graves” al cese al fuego, así como “hechos cobardes” que comprometen los esfuerzos de paz que estarían siendo emprendidos por el Gobierno a través de los diálogos con los grupos armados al margen de la ley.

En esa medida, el Ejército también aseguró que se propiciará el espacio para rendir honores militares a los soldados caídos, en reconocimiento a su sacrificio y servicio a la seguridad del país, a través de un acto póstumo “en sus lugares de origen y así enaltecer su sacrifico y trabajo en pro de una Colombia grande, respetada y libre”, como se lee en el comunicado.

Las Fuerzas Militares se mantendrán firmes con los “compromisos adquiridos” a nivel institucional en favor de la seguridad y bienestar de los ciudadanos a lo largo y ancho del territorio nacional, en línea con lo expresado en el documento, a la vez que expresamente rechazaron y condenaron los hechos.