En la mañana del viernes 17de noviembre se llevó a cabo la audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz en la que se definió que el exlíder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, fue acogido en el régimen jurídico especial por sus aportes a la verdad sobre la construcción del grupo paramilitar y su engranaje con la Fuerza Pública, políticos y civiles.
La magistrada Heydi Patricia Baldosea, presidenta de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP, dijo que el tribunal iba a “aceptar el sometimiento a la Jurisdicción Especial para la Paz del señor Salvatore Mancuso en su calidad de incorporado funcional y materialmente entre los años 1989 y 2004 a la Fuerza Pública en le marco del conflicto armado interno a partir de su involucramiento de bisagra o punto de conexión entre el aparato militar y paramilitar en los patrones de macrocriminalidad”.
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Entre los aportes hechos por alias el Mono Mancuso a la JEP está la confesión de pagos de sueldos a integrantes de la Brigada XI del Ejército con sede en Montería (Córdoba), su ciudad natal y donde promovió el paramilitarismo para que se extendiera y fortaleciera en los departamentos vecinos.
En los aportes de verdad hechos por Mancuso Gómez durante el primer día de Audiencia Única de Aporte de Verdad el 10 de mayo de 2023, detalló los montos y los nombres de algunos oficiales a los que les pagaban las Autodefensas por la colaboración en la denominada lucha contra la guerrilla que dejó miles de muertos.
En la audiencia, el exjefe paramilitar reconoció que sus hombres les cobraban impuestos a las bananeras para pagarle a la Fuerza Pública por el apoyo en las incursiones paramilitares y las operaciones contra la guerrilla.
“(Le pagaban) a todos los que pasaban por la Brigada y no solo a ellos, de ahí para abajo, a los que pasaban. Yo le pongo el siguiente ejemplo -le dijo al magistrado de la JEP- mire, en la estación de Policía de San Pedro de Urabá a los policías se les daba $200.000, a los cabos y sargentos se les daba $500.000″, aseveró Mancuso.
En esa primera audiencia de esclarecimiento de la verdad, Salvatore Mancuso sostuvo que los integrantes de la Fuerza Pública ganaban según su rango.
“A los oficiales se les daba $1.000.000 a todos mensualmente, en Tierralta pasó lo mismo, en la Gamarra. Al (entonces) coronel (Leonardo) Barrero le pusimos una mensualidad de 10 o 15 millones de pesos, no recuerdo con exactitud, y al mayor René Sanabria, como de 5 millones de pesos mensuales”, indicó el Mono Mancuso.
El comandante de las AUC reveló que su misión inicial en la organización paramilitar no solo era tener buenas relaciones con los altos mandos de las Fuerzas Armadas, sino también entablar conexiones políticas con los gobernantes regionales para que apoyaran los proyectos paramilitares y ayudaran a su fortalecimiento y expansión.
“Justamente esa era mi misión, contactar a la clase política, a los que dirigían el departamento, a la clase militar y a la clase económica para unirnos todos en la guerra contra la guerrilla”, puntualizó.
El gestor de paz del Gobierno Petro dijo que con el apoyo de las distintas clases sociales de los departamentos, las AUC adoctrinaban a las comunidades y les decían por quiénes debían votar para que el círculo de poder no tuviera fracturas.
Es allí cuando nace la llamada para política, en la que eran los mismos paramilitares quienes escogían alcaldes, gobernadores y demás. “Llevábamos a todos a votar por quienes nosotros indicábamos”, concluyó Mancuso.