La hija mayor del presidente Gustavo Petro lleva un poco más de 10 años viviendo en Francia, sin embargo, en 2016, al cambiar su estatus de estudiante a trabajadora pasó a convertirse en una migrante irregular en el país europeo.
“Me quitaron los papeles porque cambié mi estatus de estudiante a trabajadora y me pidieron salir del continente europeo en los 30 días siguientes”, le dijo Andrea Petro a la Silla Vacía.
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Pese a que se encontraba esperando en su vientre a la primera nieta del jefe de Estado, Andrea Petro tuvo que estar aproximadamente año y medio en la clandestinidad por cuenta de su estatus de migrante irregular.
“Fui al consulado colombiano a buscar ayuda y nadie me atendió. Traté de buscar comunidades colombianas, pero no conseguí casi ninguna o eran muy cerradas”, contó la hija del Presidente.
Luego de este episodio en su vida, en mayo de 2023 pasó a ser la mujer que está a cargo de la Organización Colombiana para Migrantes. Esta entidad se encarga de ayudar a cientos de colombianos que viven fuera del país para que su experiencia como migrantes sea en buenas condiciones.
Una de las funciones de la organización es realizar caracterizaciones, encuentros y organizar planes de retorno para todos los colombianos que se encuentren en el extranjero.
El proyecto Colombia Nos Une, coordinado por la Cancillería, desempeña una labor fundamental en el apoyo a los colombianos en el exterior, impactando directamente a más de cinco millones de connacionales. Esta iniciativa se encarga no solo de asistir a los colombianos fuera del país, sino también de gestionar acciones para su posible retorno a Colombia, ejerciendo un papel crucial en el fortalecimiento de la diáspora como un activo electoral y económico significativo para la nación.
Estas actividades de la Cancillería convergen con otros esfuerzos destinados a los colombianos en el extranjero, abarcando desde el apoyo en situaciones cotidianas hasta la identificación (caracterizaciones) de las comunidades colombianas dispersas por el mundo. Este respaldo se vuelve aún más relevante al considerar el peso político de los ciudadanos colombianos residentes en otros países, cuya cantidad comparativa asciende a una cifra similar a la población de la ciudad de Barranquilla.
Además, estas comunidades se han convertido en una fuente vital de remesas, posicionándose como la segunda contribución más importante al Producto Interno Bruto (PIB) colombiano. El fenómeno de las remesas y el potencial politizado de los colombianos en el exterior reflejan la importancia de robustecer los vínculos entre los migrantes y el Estado colombiano.
Estas condiciones, reforzadas por el proyecto Colombia Nos Une, resaltan la necesidad de una política exterior que contemple las peculiaridades y el capital electoral que estos ciudadanos representan, enfatizando las consecuencias de su participación en la dinámica política y económica de Colombia.
La Cancillería de Colombia enfrenta desafíos en la coordinación con la organización de Gustavo Petro, ante la posible desarticulación en la atención a los colombianos en el extranjero. La hija del presidente está trabajando con los consulados en España y Francia, aunque todavía no se ha integrado con el programa Colombia Nos Une para una colaboración conjunta. El enlace con los connacionales en el exterior está directamente vinculado con el apoyo que Colombia proporciona a sus ciudadanos fuera de las fronteras nacionales.
La falta de colaboración entre la Cancillería y el entorno presidencial podría redundar en una atención fragmentada, planteando incógnitas sobre la estrategia a seguir para evitar la polarización política de estos compatriotas y garantizar la efectividad de los servicios consulares.
La protección de la información privada de ciudadanos colombianos residentes en el extranjero podría verse afectada ante la posibilidad de desarticulación de los sistemas consulares.
Fuentes cercanas a La Silla Vacía le indicaron que dichos datos están actualmente salvaguardados por la legislación conocida como Habeas Data tanto en Colombia como en las naciones donde se localizan las sedes diplomáticas. La recopilación de datos sobre los colombianos que residen fuera del país, a cargo de la Oficina de Control Migratorio (OCM), deberá cumplir con estas medidas de seguridad de datos.
La OCM, en su labor de recaudar y administrar estos datos, está obligada a seguir los protocolos establecidos que garantizan la integridad y la privacidad de la información de los ciudadanos. Este compromiso es fundamental para evitar vulnerabilidades que podrían derivar en un doble trabajo y en una posible exposición de datos personales de carácter delicado. Por ello, se remarca la importancia de mantener un sistema coherentemente articulado y alineado con los estándares de protección de datos para proteger eficientemente la privacidad de los involucrados.