Los jóvenes del país enfrentan desafíos significativos en materia de empleo y educación, según los más recientes resultados de la encuesta “Voces Resilientes: juventudes, realidades y territorios”, realizada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) en conjunto con la Universidad Javeriana.
A pesar de que la mayoría de los jóvenes confía en el sistema educativo y aspira a continuar sus estudios al finalizar el colegio, la realidad es compleja. Dos de cada cinco jóvenes en Colombia, entre los 14 y los 28 años, se ven obligados a abandonar su municipio de origen para acceder a la educación superior, mientras que el 30% deja de estudiar debido a problemas económicos.
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En el ámbito laboral, aunque el mercado parece mostrar flexibilidad, surgen inquietudes entre los jóvenes encuestados. El 80% de aquellos que buscan trabajo llevan menos de seis meses en esta búsqueda, pero se preocupan por las altas exigencias de experiencia (44%), los niveles de formación requeridos (20%), y la escasez de ofertas laborales adecuadas (20%). Esta preocupación se intensifica entre quienes pertenecen a grupos étnicos y estratos bajos.
Para Jimena Niño, directora del programa Jóvenes Resilientes, “si eres mujer, perteneces a un grupo étnico y vives en un territorio menos favorecido por el desarrollo, las escaleras que tienes que subir para progresar, no sólo son más largas, sino más inestables”.
En general, el 54% de los jóvenes necesita más de un trabajo para cubrir sus necesidades. Sin embargo, la encuesta revela una alta precariedad laboral, especialmente para jóvenes de estratos bajos: más del 60% reporta ingresos inferiores al millón de pesos; mientras que el 80% de los jóvenes de estratos altos supera esta cifra.
La desigualdad de ingresos no solo se manifiesta en el nivel económico de las personas, sino también sus características étnicas y de género, tal como lo menciona Niño. Esto se puede evidenciar en que el 68% de las mujeres encuestadas también tienen ingresos inferiores al 1′000.000 de pesos, así como el 87% de los jóvenes negros, afros y palenqueros.
Otro dato alarmante es que más de la mitad de los jóvenes afirma no trabajar en lo que ha estudiado o en los temas en los que se ha capacitado. También consideran que la oferta laboral en su municipio es insuficiente. En las zonas rurales este pensamiento sobre la falta de oportunidades laborales lo comparten el 62% de los encuestados.
A pesar de estos desafíos, la juventud colombiana se presenta como diversa, creativa y comprometida socialmente. Un 76% tiene esperanza en un futuro mejor, y el 89% considera que es agradable vivir. Mientras que, contrario a las percepciones negativas, el 92% afirma ser capaz de hacer planes para el futuro.
Estas son las características de la encuesta
La encuesta, que consultó a 5,465 jóvenes de nueve regiones del país, incluyendo Arauca, la Costa Atlántica, Antioquia, Meta, Caquetá, Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Norte de Santander, así como a treinta municipios, abordó temas cruciales para esta población. Entre ellos se encuentran el trabajo, la educación, el uso del tiempo libre, la igualdad de género, la salud mental, la salud sexual y reproductiva, el medio ambiente y la construcción de la paz.
Esta radiografía de la juventud colombiana no solo pone de manifiesto las dificultades, sino que también caracteriza los deseos y necesidades de esta generación en su diversidad.
Según Usaid, esta iniciativa busca proporcionar información para el desarrollo de políticas públicas efectivas alineadas con las expectativas, necesidades y proyectos de vida de los jóvenes colombianos. La diversidad geográfica y étnica contemplada en la encuesta permitirá a los responsables de la toma de decisiones comprender mejor las dinámicas locales.