En los últimos días, en Colombia se puso en marcha una estrategia de esterilización quirúrgica de hipopótamos con el objetivo de controlar la creciente población de estos animales, descendientes de los que fueron parte del zoológico privado de Pablo Escobar en la Hacienda Nápoles.
Según informó la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare), en el último mes dos hembras y un macho fueron sometidos a procesos de esterilización quirúrgica, marcando el inicio de un ambicioso plan que busca esterilizar cuarenta hipopótamos cada año.
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Esta medida, anunciada en noviembre por el Ministerio de Ambiente el pasado 2 de noviembre de 2023, también contempla opciones como el posible traslado de ejemplares a países como India, México y Filipinas, así como la eutanasia, aunque reconocen que la opción de asesinar a la especie invasora aún no cuenta con los protocolos para llevarse a cabo.
Sin embargo, el proceso de esterilización quirúrgica parece ser uno de los más complejos que enfrentan las autoridades sanitarias, pues implica riesgos tanto para el personal médico como para los propios animales. Según comentó David Echeverry López, jefe de la oficina de gestión de biodiversidad de Cornare, capturar a los hipopótamos, que resultan ser una especie territorial y con un peso de hasta tres toneladas, ha sido un desafío nada fácil debido a condiciones climáticas y a la sobreoferta de alimento en la zona.
Y es que la forma más efectiva de captar la atención de los animales es a través de la comida, aunque reconocen que la rica vegetación colombiana ha generado el desinterés de los hipopótamos por acercarse a las trampas puestas por las autoridades ambientales, aunque este resulta ser uno de los menores problemas, después de que la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, revelara el costo de cada intervención quirúrgica.
“Al país le cuesta 40 millones de pesos realizar una esterilización; por lo tanto, es un proceso complejo. Además, hay diferencias entre el macho y la hembra, la esterilización de la hembra es muchísimo más compleja. Debemos aclarar que esta no es la única estrategia, ni sería suficiente, no podríamos controlar la población solamente con el tema de la esterilización”.
En todo caso, el ambicioso proyecto, que ya entregó sus primeros resultados, responde a la urgente necesidad de controlar la población de hipopótamos en Colombia que, aunque actualmente se estima en 169 animales ubicados especialmente en la cuenca del río Magdalena, podrían reproducirse de forma acelerada en los próximos años, al punto de que las autoridades proyectan una cifra de 1.000 ejemplares para el año 2025, si no se toman las medidas correspondientes.
Las alarmantes cifras y proyecciones llevaron al Gobierno nacional a declarar a los hipopótamos como una especie exótica invasora, reconociendo los riesgos que representan para los ecosistemas locales y las comunidades aledañas. Este problema ambiental y social, heredado de los excéntricos gustos del narco colombiano Pablo Escobar, ha llevado a las autoridades a plantearse la posibilidad incluso de asesinarlos en su mayoría, aunque son conscientes de los problemas que acarrearía el Estado no solo con grupos ambientalistas, sino con entidades internacionales.
La esterilización quirúrgica, aunque conlleva riesgos, se presenta como una alternativa clave para controlar la reproducción descontrolada de estos mamíferos originarios de África, que no tienen depredadores naturales en Colombia. Aunque las autoridades ambientales ya iniciaron con el proceso de captura e intervención quirúrgica, no descartan otras opciones como la castración química, utilizando el medicamento GonaCon, con el apoyo técnico y financiero de Estados Unidos.
“Estados Unidos siempre está dispuesto a ayudar a los países a controlar animales y plantas invasoras. Entonces, cuando nos llamó Cornare, teníamos los expertos y el producto que pensamos podría ayudar. Ha sido toda una experiencia para nosotros y nuestros expertos que vinieron desde Colorado”, señaló hace un tiempo Jeromy McKin, agregado de Agricultura en la embajada de Estados Unidos en Colombia.