Luego de estudiar el caso del coronel en retiro Róvinson Torres Campos, excomandante del Gaula de Antioquia salpicado por más de cuarenta casos de falsos positivos entre 2005 y 2007, la JEP decidió aceptar su sometimiento y ordenó su libertad transitoria.
La Jurisdicción emitió un comunicado en el que establece que aceptó el sometimiento del coronel en retiro: “Por las conductas investigadas bajo los radicados penales 4884, 6529, 9851 y 2018-00015 (2007-80217 y 2007-80183 conexados), los tres primeros, a cargo de la Fiscalía 109 de Medellín, y el último, a cargo del Juzgado 2 Penal del Circuito Especializado de Antioquia, respectivamente, de conformidad con lo expuesto en la parte motiva de esta decisión”.
El ente judicial sostuvo que los casos de falsos positivos por los que se indagan al oficial en retiro se presentaron en las veredas Rio Chico y Rio Grande, en zona rural del municipio de Don Matías y en Zarcitos, zona rural de Montebello (Antioquia).
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Los falsos positivos
Según los procesos de indagación adelantados por la JEP el 4 de enero del 2006, para cuando el coronel (r) Torres Campos era el comandante del Gaula de Antioquia, se presentaros como bajas en combate a John Jairo Guzmán, Edimer Witer Hernández Giraldo y Ricardo Arley Jaramillo, durante un patrullaje; sin embargo, posteriormente se corroboró que las víctimas habían sido trasladadas con vida desde Medellín hasta la zona donde fueron acribilladas.
“Para el […] 04 de enero de 2006 en la vereda Zarcitos del municipio de Montebello, Antioquia, en desarrollo de la misión Esparta, miembros de Gaula Antioquia en supuesto combate dieron de baja a los señores John Jairo Guzmán, Edimer Witer Hernández Giraldo y Ricardo Arley Jaramillo, de acuerdo al informe de patrullaje. [Sin embargo,] los jóvenes habían salido de la ciudad de Medellín ese mismo día en horas de la tarde con la promesa de trabajar, […] fueron llevados con vida hasta el lugar de los hechos, fueron asesinados de una manera vil por parte de algunos integrantes de la tropa mientras otros fingían un combate para después alterar la escena del crimen”, sostiene la JEP.
De acuerdo con la información en poder de la JEP los supuestos combatientes guerrilleros eran en realidad vendedores ambulantes que fueron invitados por un alto mando militar a Girardota, pero cuando iban en camino fueron acribillados y presentados como guerrilleros por el Ejército.
Los integrantes del Gaula realizaron un informe en el que alegaron hechos de extorsión en la zona que desencadenaron los combates.
Por otra parte, en las veredas de Río Grande y Río Chico fueron asesinados Yeferson Rivas Palacios y Diego Juan López Vanegas por tropas del Gaula Militar bajo la misma metodología.
“Las personas fallecidas fueron reportadas como extorsionistas dados de baja en combate, luego de que supuestamente se enfrentaron a los miembros del Ejército, como consecuencia de lo anterior se realizó la diligencia de inspección técnica a dos (2) cadáveres MMS, a quienes supuestamente se les encontró un revolver (SIC) calibre 32, una pistola Pietra Bereta calibre 9 mm y algunos cartuchos”, indica la JEP en un informe.
Los integrantes del Gaula trasladaron los cadáveres hasta la cabecera municipal de Don Matías para que los peritos forenses realizaran la inspección técnica y determinaran las causas de muerte. Además armaron una coartada con la supuesta víctima de extorsión para que justificara su actuar.
Bajo esa misma forma de operación se cometieron, por lo menos, 35 asesinatos extrajudiciales más en el departamento de Antioquia por hombres del Gaula, comandado por Róvinson Torres Campos.
Ahora la JEP espera que el oficial en retiro colabore con las autoridades y ayude a la construcción de la verdad sobre ese episodio de violencia en el territorio antioqueño.