Un nuevo hecho de violencia se vivió el domingo 12 de noviembre en la capital del departamento de Sucre, cuando Lucero, una mujer trans residente de Sincelejo, fue baleada por dos hombres motorizados mientras se desplazaba a pie por una vía sin pavimentación del barrio Cielo Azul.
Esta se consolida como una nueva víctima de homicidio en el 2023; gracias a la información entregada por los testigos en la zona se determinó que la mujer fue abordada por los dos sujetos -quienes aún no han sido identificados- y luego de unos segundos de conversar, el parrillero de la moto abrió fuego en contra de la femenina dejándola malherida sobre la vía.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Aunque Lucero fue trasladada de inmediato a un centro asistencial para recibir la atención que requería, falleció instantes más tarde por la gravedad de las heridas que recibió.
Respecto al triste deceso, el director de Caribe Afirmativo, Wilson Castañeda, comentó en entrevista para Blu Radio que este se consolida como el segundo homicidio contra miembros de la comunidad LGBTIQ+ en menos de dos semanas en Sucre, ya que el martes 31 de octubre también fue asesinada Pamela en medio de otro atentado con bala.
El funcionario envió condolencias con los familiares y allegados de Lucero y afirmó que la comunidad está alerta ante el aumento de este tipo de hechos violentos contra las personas LGBTIQ+. “Solo en el año 2022, documentamos 148 homicidios y feminicidios hacia las personas diversas en el país, y nos preocupa altamente que la tendencia se está manteniendo para el 2023″.
Cifras para tener en cuenta
La Red Regional de Información sobre Violencias LGBTI en América Latina y el Caribe (Sin Violencia LGBTI), entregó un informe en el que reveló que Colombia es el país más letal para las disidencias sexuales y de género en América Latina.
Según el informe, en el 2022, al menos 344 personas LGBTIQ+ fueron asesinadas en diez países de la región: Bolivia, Colombia, México, Honduras, Guatemala, República Dominicana, Perú, Ecuador, Nicaragua y El Salvador. En por tercera oportunidad, el país registró la mayor parte de esos casos: el 43% del total ocurrió en territorio nacional.
Estos hechos de violencia son analizados bajo el concepto de “violencia por prejuicio” lo que representa los actos que buscan dañar a una persona debido a la percepción negativa que se tiene sobre su expresión e identidad de género, su orientación o sus características sexuales.
Además, en el informe se refleja que la mayor cantidad de los hechos documentados se concentraron en Centroamérica y el Caribe (177 casos), y en menor medida en la región Andina (167).
En el escrito se reveló que hubo aumentos significativos de los casos entre 2021 y 2022 en Centroamérica y el Caribe; para el caso de República Dominicana pasó de 6 a 17, Honduras de 29 a 43 y México de 78 a 85. Pero, en países del área Andina hubo una reducción, por ejemplo, Ecuador, que pasó de 15 a 9 en ese mismo periodo, y Perú, que pasó de 16 a 10, y Colombia, que durante el 2021 documentó 205 casos, es decir, 57 más que en el 2022.
¿Quiénes son los más asesinados?
Como lo reveló el informe se mantienen algunos de los patrones identificados en años anteriores. En el transcurso del 2022, la mayor parte de las víctimas fueron hombres gais (145) y mujeres trans (112).
Para el caso de los hombres gais “la mayor parte de ellos fueron asesinados con arma blanca o mediante asfixia en domicilios particulares, sobre todo en Colombia, República Dominicana y Honduras, muchas veces por otros hombres que los contactaron a través de aplicaciones de citas”, dice el documento.
Con relación a las mujeres trans, el informe explica que la mayoría de las víctimas fueron ultimadas con armas de fuego en espacios públicos, con especial riesgo en Colombia, Guatemala, Honduras, México y Perú. “Varias de las mujeres trans asesinadas de esta manera ejercían el trabajo sexual y, en algunos casos, se tiene información que apunta a que los responsables serían grupos de crimen organizado”.
Finalmente, se dedujo que por lo menos 25 de las personas LGBTIQ+ asesinadas en la región eran defensoras de derechos humanos o pertenecían a algún tipo de organización social, y que 17 de las 344 víctimas eran personas migrantes -mayormente provenientes de Venezuela y que fueron ultimadas en Colombia-.