La vicepresidenta y ministra de la Igualdad, Francia Márquez, recibió, el 10 de noviembre, un doctorado honoris causa en educación que le otorgó la Universidad Pedagógica. En su discurso de agradecimiento advirtió que le angustia que el cambio, que propusieron con el presidente Gustavo Petro, no avance al ritmo que espera, pero que tienen el corazón bien puesto por lograr las transformaciones sociales que persigue el Gobierno nacional.
“Aunque a veces siento angustias, porque no veo cambios rápidos en nuestro Gobierno, como no lo ven ustedes; tenemos el corazón bien puesto, lo tiene bien puesto nuestro presidente, que todo el tiempo está liderando acciones para la justicia social y, por supuesto, tengo el corazón bien puesto como vicepresidenta de Colombia y seguiré desde este lugar contribuyendo al cambio necesario que este país requiere y necesita”, dijo la vicepresidenta
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También advirtió que “ese cambio no se hará solo, juntas y juntos seguiremos trabajando hasta que la dignidad se haga costumbre” y aprovechó el escenario para exigirle al Ejército de Liberación para que libere a todos los secuestrados y dejar a la población civil del conflicto armado.
“Celebro la liberación de Luis Manuel Díaz, padre de Luis Díaz. Es una gran alegría que ya pueda estar en casa junto a su familia. Exigimos que el ELN libere a todas las personas que tiene secuestradas, estas violaciones a los derechos humanos minan las esperanzas para seguir avanzando en la paz total. Este es el momento de dejar atrás la violencia y sacar a la población civil del conflicto armado”
¿Por qué recibió un doctorado <i>honoris causa </i>la vicepresidenta?
La Universidad Pedagógica Nacional le otorgó el doctorado honoris causa en educación a la vicepresidenta y ministra de la Igualdad “por su liderazgo social dentro del diálogo de saberes en pro de la dignidad de las personas y las comunidades, el cuidado del medio ambiente y la formación, como aspectos fundamentales para la paz y el cuidado de la vida”.
Adolfo León, rector de la universidad, destacó labor de la vicepresidenta como defensora de los derechos humanos, defensora del territorio de los pueblos afro, protectora del medio ambiente y recordó que esta labor le mereció el premio Goldman, equivalente al Nobel del medioambiente, por lo que el Consejo Superior Universitario “la ha reconocido como luchadora de la igualdad y maestra en las lides hacer realidad el precepto constitucional de Colombia como país multiétnico y pluricultural”.
La vicepresidenta, al recibir el doctorado, celebró que el Gobierno nacional esté priorizando el fortalecimiento de una educación pública gratuita y de calidad como una herramienta para cerrar las brechas de inequidad social y a construir la paz en el país:
“En el momento que me gradué de bachiller, a mis 28 años, antes de haber puesto el pie en una universidad, ya había tenido aprendizajes muy importantes por fuera de la educación formal, por ejemplo, aprendí de mi comunidad que resistir no es aguantar, aprendí que debemos defender el territorio como un espacio de vida, incluso poniendo en riego, a veces, nuestra propia vida. Paulina Balanta, la mayora quien nos dejó hace un par de meses, nos enseñó que quien no lucha no va el cielo”