Un problema de pareja llevará al general Luis Mauricio Ospina, comandante del Ejército Nacional, a comparecer ante las autoridades disciplinarias. La Procuraduría ordenó investigar al alto uniformado por, presuntamente, haber utilizado el andamiaje de inteligencia y contrainteligencia para seguir a un amigo personal de su esposa.
“La Procuraduría comprobará, a través de la recolección de testimonios, pruebas y documentos, si el actual comandante del Ejército habría incurrido en faltas disciplinarias, al abusar de su poder y usar los servicios de inteligencia y contrainteligencia, así como utilizar a subalternos, para fines alejados a los de la institucionalidad”, señaló el Ministerio Público.
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La investigación se deriva de la denuncia de Leonardo Colmenares, un profesor de inglés de militares y que ha trabajado en la traducción de documentos oficiales, incluso de inteligencia, de acuerdo con Semana. El hombre señala que habría sido víctima de seguimientos e interceptaciones, de las que acusa al general Ospina de haberlas presuntamente ordenado.
Toda la situación se habría generado porque entre sus estudiantes estuvo la esposa del comandante del Ejército Nacional, con quien entabló una amistad. Por eso se habrían encontrado varias veces en el Cantón Norte, según el ‘Teacher’ para saludarse, pero esos encuentros terminaron en rumores que habrían llegado a oídos del general Ospina.
Para verificar la información, según la denuncia, se habría incluido a Colmenares en un expediente como integrante del frente Carolina Ramírez de las disidencias de las Farc. Con ese señalamiento se habría tratado de ocultar el uso de los organismos de inteligencia para investigar a un civil.
En ese sentido, se habrían ordenado interceptaciones y seguimientos en contra del profesor durante más de cinco meses. Según su testimonio, evidenció personas extrañas que trataban de acercarse a él en diferentes lugares, así como una mujer que trató de reunirse con él, interesada en unas supuestas clases presenciales, pero trataba de ocultar su identidad por lo que le generó sospechas.
Las denuncias también estarían acompañadas de pruebas que le habrían remitido personal del Departamento de Inteligencia y Contrainteligencia, quienes se habrían sentido inconformes con el manejo de esa unidad y el aparente incumplimiento de sus funciones misionales.
El Ministerio Público analizará el expediente para verificar si se incurrió en un montaje con el fin de justificar las investigaciones en contra de un ciudadano, sin prueba alguna de que perteneciera a una organización criminal. Además, si en estos hechos tiene responsabilidad el comandante del Ejército Nacional.
La institución contestó por medio de un comunicado. Aclaró que la contrainteligencia funciona para anticipar, prevenir, detectar y neutralizar acciones para proteger al personal, las instalaciones, el material y la información, por lo que este habría sido activado por el comandante del Ejército respecto a una presunta vulneración de su seguridad y la de su familia.
El Ejército también señaló que “las acciones de verificación amparadas en el ordenamiento jurídico vigente, que no corresponden a una operación de Contrainteligencia, finalizaron el pasado mes de agosto sin elementos de juicio para continuarlas” en contra del profesor Colmenares.
La institución militar sostiene que las investigaciones se realizaron para responder a una alerta de seguridad que, según dijo el general Ospina a la Revista Semana, habría recibido su esposa por medio de una llamada telefónica advirtiéndole sobre su hija.
Sin embargo, en las pruebas recolectadas y las llamadas de los agentes, parecen indicar que se buscaba recolectar información respecto al ‘Teacher’ y a la esposa del comandante, en medio de varios rumores y órdenes de una persona a quien se refieren como “Sol” y que sería el general Ospina. Ahora serán las autoridades las encargadas de determinar si todo se hizo bajo la ley.