Luego de que se registrara la liberación de Luis Manuel Díaz, padre del ‘crack’ colombiano del Liverpool y de la Selección, Rodrigo Londoño, Julián Gallo y Pastor Alape, otrora integrantes del secretariado de las extintas Farc, el máximo mando del antiguo grupo insurgente, instaron al ELN abandonar el secuestro, más ahora que instalaron una mesa de negociación con el gobierno Nacional.
El primero en hacerlo fue Londoño, más recordado por su nombre de guerra Timochenko, quien expresó su felicidad porque ‘Mane’ Díaz, como le llaman cariñosamente en Barrancas (Guajira), de nuevo estuviera con los suyos. Pero, además, reiteró a la guerrilla que lo tuvo en su poder que deben reflexionar en cuanto a los plagios extorsivos de personas y confesó que fue un gran error que cometieron durante el tiempo en que estuvieron alzados en armas.
“Celebro la liberación de Luis Manuel Díaz. Mi saludo fraterno a él y a su familia. Al ELN comparto una autocrítica que Jacobo Arenas y Alfonso Cano nos inculcaron y tarde atendimos: el secuestro es inhumano, antipolítico e innecesario. Es hora de cambiar la historia. Viva la paz (sic)”, publicó en su cuenta oficial de la red social X.
Mientras que Julián Gallo, otro de otro de los integrantes del último secretariado, advirtió en un video que publicó en X que un proceso de paz como el que iniciaron con el gobierno Nacional requiere de respaldo popular y persistir en esa práctica criminal provocaba todo lo contrario.
“Registramos con satisfacción la liberación del señor Luis Díaz. Consideramos que esta liberación y la crisis que generó debe ser una oportunidad para que en la mesa de diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se tomen decisiones definitivas respecto a la práctica del secuestro”, señaló de entrada.
El firmante del acuerdo, que en los tiempos de conflicto se le conocía como alias Carlos Antonio Lozada, reparó en la necesidad de que para que la negociación prospere se requiere del apoyo de la ciudadanía, pero si persisten con las retenciones ilegales de personas, no lo conseguirían.
“No es posible continuar adelante con estos procesos de diálogo en medio de ese tipo de hechos. Todo proceso de conversación, en todo proceso de paz, necesita apoyo en la opinión pública. Lo que sucedió le causa enorme daño a una mesa de diálogos”, agregó.
En la misma vía opinó Alape que, además, adjuntó el comunicado de la delegación de paz del gobierno Nacional sobre la liberación del padre de Luis Díaz.
“Inmensa alegría para la construcción de paz y el país la liberación del profesor Luís M Díaz. El secuestro no tiene justificación y destruye cualquier intento de paz negociada. Un cese el fuego y hostilidades es demasiado frágil si se acepta con secuestros (sic)”, trinó.
Entre tanto la senadora Sandra Ramírez, que fue la última compañera sentimental de Pedro Antonio Marín, alias Manuel Marulanda o Tirofijo, el emblemático fundador de las Farc, se sumó al llamado para que el ELN insistir en el proceso con el Gobierno.
“Saludamos con esperanza la liberación del Señor Luis Manuel Díaz, por parte del ELN. Nuestro abrazo solidario a toda su familia. Este momento es oportuno para llamar a todos los grupos armados a deponer las armas y a transitar hacia el diálogo y la paz para construir un mejor país (sic)”, afirmó en la mis red social.
Se debe recordar que en la negociación del extinto grupo subversivo con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, que al lograrlo con éxito obtuvo el premio Nóbel de Paz en 2016, una de las condiciones era que abandonaran los secuestros.
Incluso en los acercamientos que sostuvieron con esa guerrilla se fueron al traste, dos años antes de la firma del acuerdo, porque retuvieron ilegalmente al general Rubén Darío Alzate, junto con cuatro personas más en noviembre del 2014.
“Mientras esta situación no se solucione, les he reiterado a los negociadores del Gobierno que no podrán viajar a La Habana para reanudar las conversaciones (...) Las Farc son responsables de su integridad física y deben devolverlos de inmediato. Los colombianos exigimos su liberación. Es el momento para que demuestren su compromiso con el proceso”, ordenó el entonces jefe de Estado.
En ese proceso fue decisivo cuando el antiguo grupo armado anunció públicamente que no volverían a atentar contra la libertad de la población civil o de integrantes de la Fuerza Pública.