El pasado 24 de julio de 2023, decenas de personas salieron a protestar en Bogotá, cerca al Portal Américas. Los manifestantes bloquearon las calles porque, decían, era posible la demolición de sus viviendas y el Distrito no quería incluirlos dentro del Plan Parcial El Edén.
Edén-El Descanso hace parte de un proyecto urbano en la localidad de Bosa, que contaría con una decena de hectáreas en donde se construirán alrededor de cinco mil viviendas de interés social (VIS) y quinientas de ellas para población indígena. También tendrá locales comerciales y proyectos de agricultura urbana.
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Según información de la Secretaría de Planeación, desde diciembre de 2006 el Plan Parcial se encuentra en proceso de desarrollo. Sin embargo, ha atravesado diferentes obstáculos que han impedido su construcción.
El 9 de noviembre de 2023 se aprobó, después de 17 años, el Plan Parcial en su nueva versión. “Este plan va a generar 5.700 VIS de calidad y con espacios adecuados para esta población”, explico Felipe Jiménez Ángel, secretario de Planeación.
Jiménez agregó que el espacio contará con “seis áreas de manejo diferenciado para poder trabajar con los barrios de origen informal en donde están asentados ciudadanos de Villa Esperanza”. Dentro de estas seis, también estará otra zona que se destinará para la construcción de una ciudadela Muisca, que tendrá una casa del Sol y la Luna, siguiendo los diálogos con las comunidades indígenas.
Carlos Carillo, concejal de Bogotá por el Polo Democrático, le comentó a Infobae que esta ha sido una tensión de muchos años atrás en la que confluyen los derechos de los pueblos indígenas de la ciudad, así como los de los habitantes del sector, que limita con Soacha y está cerca del río Bogotá, pues aunque inició siendo un barrio autoconstruido, las viviendas ubicadas allí ya están legalizadas.
El concejal se reunió con la comunidad hace siete meses y asegura que la ERU (Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá) “ha tratado de hacer un trabajo de mediación y conciliación” en medio del conflicto entre estos dos actores: ciudadanos e indígenas.
Una de las dificultades para desarrollar su construcción fue un fallo del Concejo de Estado que lo mantuvo en pausa hasta 2019, cuando la comunidad indígena se opuso a su construcción. Luego, fueron los habitantes del barrio Villa Esperanza los que se mostraron en desacuerdo.
¿Por qué se oponía la comunidad indígena de Bosa a la construcción de una ciudadela para ellos en Bogotá?
Como se lee en la sentencia de dicha corte, fueron las mismas autoridades del Cabildo Indígena de Bosa las que presentaron una acción de tutela contra el Ministerio de Interior, la Alcaldía Mayor de Bogotá, la Secretaría de Hábitat, Planeación y otras entidades públicas y privadas.
El propósito de su denuncia era que no se hiciera dicho proyecto por falta de “consulta previa”, a la vez que esto era una “violación a la identidad cultural, a la participación democrática y al debido proceso”. Así mismo, señalaron que en su territorio ancestral, urbanizadores ilegales llevan a cabo actividades que ponen en riesgo su identidad cultural.
Una publicación de la Alcaldía de Bogotá en la red social X menciona que el exalcalde Enrique Peñaloza “logró un acuerdo con los muiscas de Bosa para modificar el Plan Parcial Edén-El Descanso”. Según se lee en el post, este acuerdo, que llevaba trabado 10 años permite al cabildo indígena “contar con terreno para la construcción de viviendas”.
Sin embargo, la comunidad no-indígena que habita en la zona estaba en desacuerdo del todo con dicho en la conciliación del proyecto, por lo que solicitó a la Alcaldía ser incluida en las modificaciones territoriales. Entonces, la Secretaría Distrital de Planeación presentó un decreto para modificar el Plan Parcial y, parece, se logró un acuerdo entre todas las partes.