La Procuraduría General de la Nación abrió investigación previa en contra de funcionarios de la Central Administrativa y Contable Puente Aranda del Ejército Nacional (Cenac) por presuntos sobrecostos en millonarios contratos para adquirir materias primas necesarias para la confección de prendas y equipamientos de miles de soldados.
El ente investigador tomó esta decisión al considerar que pudo haber irregularidades en la firma de tres contratos “suscritos con un mismo proveedor por cerca de 7.500 millones de pesos”, según reportó la revista Semana.
Según la denuncia, que fue revelada por ese medio, la millonaria contratación que hizo el Ejército para adquirir elementos, como telas impermeables, hebillas, entre otros, tendría los precios inflados. Así se evidenciaría en los documentos en los que se puede comparar el precio de mercado con el precio de adquisición.
De tal manera que el Ministerio Público pidió una “copia de los contratos y estudios previos elaborados, así como de las cotizaciones y análisis de mercado realizados para determinar el valor de los productos adquiridos”.
Los documentos que sean aportados como prueba serán analizados por “funcionarios de la Dirección Nacional de Investigaciones Especiales (DNIE) de la Procuraduría”, señaló el ente de control.
El escándalo
Este nuevo posible escándalo de corrupción al interior del Ejército Nacional, que fue revelado por Semana, sería por una millonaria compra dividida en tres contratos por $3.114 millones, $3.327 millones y casi $1.000 millones adjudicados a un mismo proveedor, Milfort S. A. S.
Aquella empresa, con sede en La Estrella, Antioquia, fue fundada en 2009 y ofrece accesorios tácticos, portapistolas, cinturones multipropósitos militares y demás.
En el sitio oficial de la compañía se puede leer que su labor está enfocada en el “área de licitaciones de su país Colombia, en el sector defensa (...) Altos estándares de calidad son aplicados en todos sus procesos productivos, otorgándole a la marca un reconocimiento ante las unidades de élite del ejército colombiano, fuerzas policiales y fuerzas armadas de comunidad internacional”.
Semana tuvo acceso a las fichas técnicas de los contratos entre el Ejército y esa empresa y encontró que cada elemento estuvo muy por encima del valor del mercado. Por ejemplo, se pagaron $1.700 millones por la compra de 157.934 hebillas de correas, lo que quiere decir que cada una tuvo un valor que superó los $10.000, cuando su valor real está alrededor de los $1.000.
Los ojales para equipos de campaña costaron 512 pesos por unidad y su valor real es de alrededor de 85 pesos. Las hebillas plásticas para unir correas fueron adquiridas por montos de entre $10.00 y $11.000 y su valor real es de entre $400 y $500; el Ejército pagó $400 millones por 30.000 hebillas plásticas y el precio real era de alrededor de 15 millones de pesos.
Otro de los contratos suscritos está relacionado con la confección de 12.853 metros de telas de poliéster impermeable por un valor de casi $3.200 millones, lo que quiere decir que cada metro de tela costó $126.530, cuando su valor en el mercado es de entre $7.450 y $15.900 cuando se busca por internet y mucho más bajo cuando se busca en algunos sectores de la industria textil de Bogotá.
Este presunto escándalo de sobrecostos no es el primero que ocurre en el Ejército. En noviembre de 2021, la entidad castrense desembolsó casi $5.000 millones para adquirir calcetines de dotación que no llegaron en el tiempo estipulado: debían llegar en diciembre de ese mismo año, pero en febrero de 2022 los soldados todavía no habían recibido nada a pesar de que ellos mismos habían tenido que pagar por la dotación.