Agentes encubiertos de la Policía Nacional, con el apoyo de grupo de inteligencia policial y la seccional de protección, se logró desarticular la banda Los leones, dedicada al microtráfico en varias zonas de Bogotá.
Entre los integrantes de la banda delincuencial se encontraban menores de edad, los cuales eran utilizados para las actividades ilícitas de comercialización de estupefacientes, principalmente en las localidades de Santa fe y Mártires, en el centro de Bogotá. Uno de ellos fue aprehendido por las autoridades en medio del operativo.
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“Los uniformados pudieron determinar que, al terminar el día, disponían de menores de edad para transportar y almacenar los opioides en los inmuebles conocidos como ‘paga diario’ del barrio San Bernardo”, informaron las autoridades a través de un comunicado
Con el menor de edad, fueron un total de nueve personas capturadas, ocho de ellas de nacionalidad venezolana. La investigación para dar con las capturas duraron más de un año, e incluía más de 160 horas de seguimiento, y la infiltración de dos agentes que grabaron el material probatorio para inculpar a los delincuentes, así como dejar al descubierto su modus operandi.
“Con el trabajo de una agente encubierta, se pudo establecer que los integrantes de esta estructura criminal, utilizaban como fachada la venta ambulante, ubicando sus ‘chazas’ de alimentos en varios lugares del centro histórico de la ciudad, entre ellos el parque Santander, museo del oro y zonas de comercio; para comercializar los alucinógenos mediante menudeo a las personas que transitaban por estos sitios”, revelaron las autoridades
La Policía también dejó al descubierto las altas sumas de dinero que dejaba la actividad ilícita, pues la banda podía generar más de 60 millones de pesos mensuales.
Las autoridades identificaron que los delincuentes seguían de cerca los movimientos de los uniformados de la Policía que patrullaba el sector. El grupo delincuencial se dividía en grupos para “prestar vigilancia” y de esta forma ocultar la droga en antejardines y paredes de la iglesia San Francisco, ubicada en el centro de Bogotá, o en alcantarillas, bancas, hasta incluso en las partes íntimas de los delincuentes.
En la diligencia de verificación de antecedentes, la Policía pudo identificar que cuatro de los integrantes de Los leones, tenían anotaciones por los delitos de porte ilegal de armas de fuego, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y hurto a personas; Adicionalmente, se logró comprobar que los delincuentes extranjeros habrían ingresado al país evadiendo los controles correspondientes de Migración Colombia.
Por último, en el operativo se logró la incautación de 150 dosis de estupefacientes y se materializaron las 9 órdenes de captura: “Estos delincuentes fueron dejados a disposición de las autoridades competentes por los delitos de concierto para delinquir, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y uso de menores de edad para la comisión de delitos; a estas personas les dictaron medida de aseguramiento”, explicó la Policía.
Desarticulan dos estructuras delincuenciales en Cali
El miércoles 8 de noviembre se conoció que en el desarrollo de Plan de choque seguridad 360, capturaron a 18 integrantes de dos peligrosas estructuras delincuenciales que tenían azotado el centro de Cali, principalmente el barrio Junín, Obrero, San Nicolás y Sucre.
Uniformados de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, llevaban más de ocho meses tras el líder de la banda criminal fraccionada en dos estructuras. Se trata de alias Brito, un ciudadano venezolano que reclutaba a sus connacionales para inducirlos en la ilegalidad.
De la estructura criminal Los del Hoyo, las autoridades lograron la captura de nueve personas, quienes se dedicaban al tráfico y expendio de drogas.
De los capturados, según anunciaron las autoridades, seis eran ciudadanos extranjeros, mientras que los otros tres, eran colombianos.
Mientras que en el otro operativo, la Policía desmanteló la red delincuencial conocida como ‘Los del Patio’, la cual tenía su foco de actividad en el tráfico de drogas en el barrio Potrero Grande, en el oriente de la ciudad.
La exhaustiva investigación, que involucró más de 65 eventos de seguimiento y la participación de agentes encubiertos, culminó con la desarticulación de La banda conformada por otros nueve presuntos delincuentes, la mayoría con lazos de consanguinidad.