Con el fin de vender estupefacientes en las localidades de Santa Fe y Mártires, en Bogotá, la banda Los Leones empleaba a menores de edad, lo cual está tipificado como un delito a la luz del Código Penal colombiano, con lo que lograba captar una renta de sesenta millones de pesos mensuales.
Pero la Policía Metropolitana de la ciudad, en un trabajo articulado entre el grupo de inteligencia policial y la seccional de protección, que conllevó un año de investigación y más de 160 horas de seguimiento, logró la desarticulación de ese Grupo de Delincuencia Común Organizada (GDCO).
Una agente encubierta descubrió que los miembros de la banda criminal utilizaban como fachada la venta ambulante para comercializar los alucinógenos mediante la modalidad del menudeo. Sus ‘chazas’ de alimentos estaban ubicadas en varios lugares del centro histórico de la ciudad, entre ellos el parque Santander, Museo del Oro y zonas de comercio.
“Fue un trabajo muy meticuloso realizado por Policía Judicial y por Inteligencia por más de un año. Fue fundamental para establecer cómo actuaba esta estructura criminal tener a una mujer encubierta. Aquí logramos nosotros determinar la venta y tráfico de estupefacientes, pero también la instrumentalización de menores de edad, especialmente en su zona donde delinquían, entre Mártires y Santa Fe”, dijo sobre el operativo la Brigadier General Sandra Patricia Hernández, Comandante Policía Metropolitana de Bogotá.
De acuerdo con las investigaciones, cuando los cuadrantes de policía terminaban los patrullajes en estas áreas, los delincuentes se organizaban para prestar vigilancia y ocultar los estupefacientes en antejardines de iglesias, alcantarillas, en las sillas que hacen parte de la infraestructura de las plazas, entre otros lugares, llegando incluso a esconderlos en sus partes íntimas.
Al finalizar el día, los delincuentes disponían de menores de edad para transportar y almacenar los opioides en los inmuebles conocidos como ‘paga diario’ del barrio San Bernardo.
“Esta estructura se beneficiaba de aproximadamente 60 millones de pesos mensuales. El lugar en donde estos delincuentes más instrumentalizaban a estos menores era en los entornos del parque Santander. También utilizaban a las personas que residen en los paga diario del barrio San Bernardo”, agregó la general Hernández.
Nueve integrantes de Los Leones fueron capturados en el operativo, ocho de los cuales son de nacionalidad venezolana y el restante es un menor de edad. Cuatro de ellos presentan antecedentes por los delitos de porte ilegal de armas de fuego, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y hurto a personas. Además, se supo que todos los extranjeros ingresaron al país de forma ilegal, evadiendo los controles de Migración Colombia.
Durante la diligencia, que se llevó a cabo en vía pública, fueron incautadas 150 dosis de estupefacientes. Los delincuentes fueron dejados a disposición de las autoridades competentes por los delitos de concierto para delinquir, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y uso de menores de edad para la comisión de delitos. Un juez con función de control de garantías les dictó medida de aseguramiento.
La Policía de Bogotá también capturó a dos hombres que se dedicaban al hurto de comercios en las madrugadas en Bogotá
Dos hombres en flagrancia fueron capturados en barrio Piamonte, de la localidad de Bosa, cuando se encontraban al interior de un establecimiento comercial hurtando sus elementos.
La captura de los delincuentes fue posible gracias a un trabajo articulado entre unidades del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (MNVCC) de la Policía Metropolitana de Bogotá y la oportuna información de la comunidad.
Los agentes se encontraban patrullando el sector cuando fueron alertados por la central de radio del ingreso abrupto de los dos delincuentes a un almacén de ropa. Los dos hombres, de 21 y 28 años de edad, fueron dejados a disposición de la autoridad competente por el delito de hurto y violación de habitación ajena.