El caso de Simona, una perrita cuyo antiguo dueño decidió pedir la custodia, debido a que su expareja no permitía que la visitara, fue quizá uno de los detonantes para que la Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional convocara a una sesión técnica el viernes 10 de noviembre, para así delimitar los “principales retos o problemas jurídicos que se derivan de la doble connotación que ostentan los animales de compañía”, debido a su reconocimiento como seres sintientes.
“La sesión tiene como propósito indagar las principales problemáticas que surgen al disolverse o terminarse las relaciones familiares o de pareja a las cuales estaban integrados animales de compañía. El caso en concreto se relaciona con una controversia en un proceso ordinario de familia, en el cual se pretende definir la tenencia y cuidado de dos animales de compañía luego de que finalizara la relación familiar que existía entre sus cuidadores”, indicó el órgano judicial a través de un comunicado.
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De acuerdo con el comunicado, la sesión se trabajará en tres ejes temáticos: “El primer eje abordará la posibilidad jurídica de otorgar reconocimiento a los animales de compañía como integrantes de una familia, en tanto se trata de seres sintientes que conviven con seres humanos y, al mismo tiempo, son clasificados por la legislación colombiana como bienes objeto de derechos reales”.
El segundo eje abordará las afectaciones que puedan surgir hacia el bienestar animal, generado principalmente por la separación de parejas humanas, con los cuales las mascotas han convivido por un lapso de tiempo.
Mientras que el tercer eje “se refiere a las eventuales afectaciones que tendrían los seres humanos por la separación de un canino doméstico con el cual conviven, particularmente tratándose de menores de edad”.
El encuentro para abordar estas situaciones propias del siglo XXI se realizará en el Palacio de Justicia, lugar al que fueron convocados personas especializadas en este tipo de situaciones, tales como miembros de entidades, organizaciones que aborden el tema desde su experiencia laboral, social y académicas; además, miembros de universidades, a quienes se les plantearán una serie de cuestionamientos presentes en los ejes temáticos, que permitirán entender y tomar mejores decisiones ante futuros casos.
El caso de Simona
El dueño de Simona interpuso una demanda contra su expareja que llegó a los estrados judiciales el 28 de octubre de 2022.
El alegato se basaba en que, luego de la separación de la pareja, Simona se quedó con la mujer; sin embargo, esta comenzó a prohibirle las visitas del hombre a Simona, debido a que, según la demandada, la perrita quedaba visiblemente afectada luego de ver a la expareja de la mujer.
El demandante argumentó que también tenía derecho sobre su “hija perruna”, con la cual dormía y veían juntos televisión, agregando que al ya no hacer dichas actividades, Simona presentaba depresión y no comía.
Respecto al caso, el Tribunal Superior de Bogotá hizo historia al introducir el concepto de “multi-especie” en una sentencia. En esta resolución, se reconoció a la perrita como un miembro de la familia.
El fallo expresó en primera instancia que, “los animales pueden ocupar un lugar como integrantes de familias humanas, situación susceptible de protección como realidad social”.
Adicionalmente, el ente judicial resaltó que tanto las leyes como el derecho deben evolucionar a las demandas que la ciudadanía exige resolver de acuerdo a la actualidad.
“El derecho debe evolucionar con la sociedad y, cuando el principio de legalidad lo permita, debe adaptarse a las necesidades actuales. No reconocer la protección de la familia multi-especie sería desconocer la mejor y actual interpretación de la Constitución Política. Especialmente cuando estas necesidades ya se han expresado por la ciudadanía al acudir a la jurisdicción ordinaria solicitando que se regulen las visitas a sus animales domésticos, ponderando el derecho a la propiedad con el bienestar del animal”, indicó el fallo del Tribunal.