Los cinco ‘terabytes’ de información de la Fiscalía General de la Nación filtradas siguen dando de qué hablar. En esta oportunidad, un reciente informe de investigación arrojó a la luz los supuestos vínculos entre el Gobierno de Venezuela y el narcotráfico, lo que ha generado preocupación en Colombia, particularmente en la región de Catatumbo.
La investigación, llevada a cabo por el Miami Herald, el portal venezolano Armando Info y la Organised Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), se basó en documentos filtrados de autoridades colombianas y entrevistas con exfuncionarios del chavismo, agentes de la DEA y exmiembros de operaciones criminales.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Con las nuevas revelaciones, esta zona de conflicto en Colombia quedó directamente relacionada con el presunto actuar delictivo del gobierno vecino. El informe, titulado “NarcoFiles: el nuevo orden criminal”, destaca que Venezuela se ha convertido en un importante punto de exportación de cocaína, con envíos que oscilan entre 250 y 350 toneladas al año, con un valor estimado de entre $6.250 y $8.750 millones de dólares en el mercado global de drogas.
Además, los documentos revisados sugieren que miembros del Gobierno de Venezuela, incluyendo al presidente Nicolás Maduro, y de las Fuerzas Armadas, estarían involucrados en la red de tráfico de cocaína. Y es que según los registros de la Fiscalía, algunos sectores militares venezolanos podrían estar asociados con las guerrillas colombianas para llevar a cabo operaciones de narcotráfico, lo que representa una amenaza para la seguridad y la estabilidad en la frontera entre ambos países.
Además, en el negocio ilícito que salpica a Colombia, específicamente al departamento de Norte de Santander, también habría injerencia de los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, junto con la banda venezolana conocida como el Tren de Aragua, que también hace presencia en Bogotá, lo que agrava la situación.
Según han determinado las autoridades en sus investigaciones, la región de Catatumbo se ha convertido en el epicentro de esta red ilegal de narcotráfico, con un aumento notorio en los cultivos de hoja de coca. Según la DEA, cada hectárea de coca cosechada en esta zona tiene un rendimiento promedio de 7.9 kilogramos de cocaína en polvo, lo que representa un gran desafío para las autoridades colombianas y la comunidad internacional.
Pero el ‘cartel de los Soles’, como le han denominado las autoridades colombianas al entramado delictivo, no solo estaría en Norte de Santander. Según los documentos revelados, este grupo comandado por las altas esferas políticas de Venezuela, también estaría presente a lo largo de los departamentos fronterizos de Vichada, Guainía y Arauca, donde estableció alianzas con grupos armados colombianos y carteles extranjeros para crear y fortalecer rutas marítimas ilegales hacia Estados Unidos y Europa.
Además, desde el vecino país también se estaría trabajando para apoderarse del negocio de la minería ilegal en Colombia, siendo el oro uno de los principales objetivos de los delincuentes extranjeros. Según los archivos filtrados en los que aparece un informe del Ejército Nacional, el cartel de los Soles y los grupos del narcotráfico en Colombia diseñaron una plataforma mercantil ilícita para sacar el mejor beneficio económico de las drogas.
“Utilizada para el movimiento de contrabando, tráfico de armas y líquidos necesarios para la producción de estupefacientes para luego ser llevados a Venezuela y desde allí distribuidos a Centroamérica [en su camino a Estados Unidos] y Europa”, se lee en el informe de la institución.
En la investigación también destacó el cambio en los roles de participación de las autoridades venezolanas, quienes habrían pasado de ser sobornados por los carteles de la droga a liderar operaciones ilegales por sí mismos, lo que representa un aumento en la complejidad y la gravedad de la situación.
Figuras importantes del gobierno venezolano, como el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, el diputado Diosdado Cabello, el exvicepresidente Tareck El Aissami, el ministro del Interior, Néstor Reverol, el exjefe de inteligencia militar Hugo “El Pollo” Carvajal y el general Clíver Alcalá aparecen en las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación como presuntos integrantes de la red de narcotráfico.
Estas alegaciones han suscitado preocupación sobre la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro y han generado un debate sobre las acciones que deben tomarse para hacer frente a la amenaza del narcotráfico en la región. Sin embargo, desde el Gobierno de Colombia no se han pronunciado frente a las investigaciones, después de que ambos mandatarios lograran restablecer parte de las relaciones diplomáticas que se quebraron cuando Iván Duque estuvo a cargo del país.