El equipo técnico del Banco de la República presentó su informe de política monetaria y modificó la proyección de la inflación para 2023 del 9% al 9,8%, una cifra que se ubica lejos de la meta del 3%.
De acuerdo con el Informe de Política Monetaria del Emisor, que fue presentado por el gerente técnico de la entidad, Hernando Vargas, la inflación mantendrá su tendencia a la baja. Además, el documento indica que la actividad económica se sigue desacelerando.
Vargas manifestó que la disminución de la inflación ha sido más lenta de lo esperado por el Banco de la República y expresó que ha habido un claro efecto con el aumento del precio de los combustibles y el ajuste del precio de los alimentos.
Por otra parte, el informe estima que los niveles actuales de producción y gasto del consumo e inversión son cercanos a los niveles sostenibles de más largo plazo. Así mismo, se destaca que el empleo continúa creciendo y que la tasa de desempleo mantiene niveles históricamente bajos.
“En este contexto, es apropiado mantener el nivel actual de la tasa de interés de política monetaria para consolidar la reducción de la inflación y el proceso de convergencia de esta a la meta del 3%”, asegura el Informe.
Agrega el documento que la inflación viene descendiendo desde abril y se proyecta que siga disminuyendo de forma significativa durante todo el 2024 para cerrar en torno al 4,04%, aunque inicialmente la previsión era del 3,5%.
Para el Emisor, la inflación en Colombia no ha bajado de la forma como se esperaba porque hay aumentos en los precios de algunos alimentos perecederos e incrementos persistentes en las canastas de servicios y regulados afectados por la indexación al dato de la inflación anterior, así como al salario mínimo.
De igual forma, el informe indica que en las proyecciones para 2024 se tiene en cuenta el Fenómeno del Niño con efectos moderados sobre los precios de los alimentos y la energía. También se tiene en cuenta la entrada en vigencia de los impuestos saludables, los ajustes en los precios de los combustibles para saldar su deuda con el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) y la discusión del salario mínimo.
Además, el equipo técnico ajustó su proyección de crecimiento económico para 2023 del 0,9% al 1,2%. Esta expectativa está muy por debajo del 7,3% que se registró durante 2022. “Para 2024, el crecimiento sería del 0,8 por ciento (antes 1,0 por ciento), con una recuperación de la inversión desde los bajos registros estimados para 2023 y con un consumo que mantendría unos niveles similares a los proyectados para el presente año”, se puede leer en el informe.
Vargas indicó que la desaceleración de la economía este año permite que la actividad económica y el gasto de consumo e inversión se ubiquen en niveles más compatibles con la capacidad productiva de largo plazo de la economía, lo cual contribuiría con la disminución de la inflación. De esa manera, los indicadores económicos sugieren un crecimiento anual del PIB del 0,4% para el tercer trimestre.
Para Henry Amorocho, profesor de Hacienda Pública de la Universidad del Rosario, la previsión del 9% inicial era “más bien optimista”. “Al momento en que se había hecho, que era en septiembre, el Banco para mí estaba equivocado porque no había logrado incluir unos ajustes importantes que estaba mostrando ya la economía, como era el caso del Fenómeno del Niño, que viene arreciando y que desde luego tiene sus efectos más directos en la oferta de alimentos”, le dijo a Infobae Colombia.
Añadió que la entidad financiera también tuvo en cuenta nuevos factores como el inicio del Fenómeno del Niño declarado por el Ideam y la entrada en vigencia de los impuestos saludables.
“El 9,8% está más cerca del pronóstico que tenemos los analistas. Yo particularmente tengo un pronóstico entre el 9,9 y el 10% a final de año, y ya casi lo ubico en 10%, debido a que recientemente el ministro de Hacienda dice que no solamente va a alzarse el precio de la gasolina en noviembre, sino que posiblemente va a seguir alzándose en los meses subsiguientes”, dijo el profesor.