El hackeo de los correos de la Fiscalía de Colombia en 2022 dio como resultado la develación de cinco terabytes de información confidencial a la que tuvo acceso la alianza mediática internacional Reportaje sobre Crimen Organizado y Corrupción (Occrp, por sus siglas en inglés).
En la información compartida por el reportaje periodístico se revela cómo opera uno de los frentes de la Segunda Marquetalia en el envío de droga y armas de Colombia a Brasil.
El documento detalla las alianzas entre organizaciones colombianas, ecuatorianas, brasileñas, entre otras, pero entre toda la articulación de las redes criminales llama la atención el actuar del frente Acacio Medina, de las disidencias de las Farc, que ha establecido una base en la frontera amazónica de Colombia y Brasil para el transporte de clorhidrato y pasta de cocaína, así como el envío de armas para la guerra entre el PPC (Primeiro Comando da Capital) y el Comando Vermelho.
Todo parte en la década de los 2000 con la acogida en las Farc de Luiz Fernando da Costa, alias Fernandinho Beira-Mar, el líder del Comando Vermelho, una de las organizaciones narcotraficantes más grandes de Brasil.
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Sin embargo, luego de la fragmentación de las Farc por el tratado de paz en 2016, las relaciones con el Comando Vermelho se debilitaron y las disidencias del grupo guerrillero terminaron apoyando a los criminales del PPC.
Según reveló la revista brasileña UOL, una investigación del gobierno de Estados Unidos le hace seguimiento a los envíos de droga de la subestructura Acacio Medina, de las disidencias de las Farc, en Colombia hacia el país carioca por medio de varios ríos en el Amazonas.
De acuerdo con el medio citado, los destinatarios de la droga y las armas son integrantes del Primeiro Comando da Capital, que luchan contra el Comando Vermelho para dominar las rutas del narcotráfico del Amazonas.
El informe estadounidense indica que la ruta del tráfico de drogas y armas entre las disidencias de las Farc y el PPC empiezan en el río Vaupés, en Colombia, donde opera el frente Acacio Medina, de la Segunda Marquetalia, comandado por Géner García Molina, alias Jhon 40, señalado por exguerrilleros de ser el subversivo más rico de Colombia.
La droga y armas continúan su rumbo a través del empalme entre el río Vaupés y el río Negro que pasa de territorio colombiano a Brasileño y ahí los hombres del PPC se encarga de recibirla y enviarla a Sao Paulo y Río de Janeiro.
El enlace entre la subestructura Acacio Medina y el PPC es el colombiano Nelson Jaramillo Quiceno, alias Calidad, que según la revista UOL es financiado por las redes criminales de Sao Paulo para que se encargue los movimientos fluviales y llevar la droga hasta un centro de acopio de estupefacientes en Manaos.
La revista citada sostuvo que la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) recibió los datos de alias Calidad por parte de las autoridades colombianas en 2020 y desde entonces empezaron las investigaciones en su contra, que fueron reveladas luego del hackeo de los más de 7 millones de correos de la Fiscalía de Colombia.
Como resultado de la ‘traición’ de las disidencias de las Farc al Comando Vermelo y su alianza con el PPC, se libra una sangrienta guerra en la frontera colombobrasileña donde, según la revista UOL, ya interceden venezolanos que, probablemente, son reclutados por el frente Acacio Medina el cual también tiene injerencia en Venezuela.
Entre los golpes más recientes a la unión guerrillera y narcotraficante están la incautación de más de una tonelada de droga, dos AK-47, dos escopetas y un rifle procedentes de Colombia en los estados de Roraima y Pará en agosto. A inicios de septiembre también fue decomisada más de una tonelada de ‘súper marihuana’ el río Aturiá. En los operativos fueron detenidos cinco colombianos, al parecer de las disidencias de las Farc, y dos brasileños.