Empresas de Australia y Canadá han recibido licencias y se han mostrado dispuestas a hacer inversiones en Colombia, atraídas por sus minas de oro.
Una de ellas es la australiana LCL Resources, que recibió en octubre la licencia de la agencia medioambiental de Risaralda (Cader) para construir una mina de oro subterránea llamada Miraflores, que hace parte del proyecto de oro Quinchía.
Se espera que el desarrollo de Miraflores tenga un costo de 72,3 millones de dólares (114,38 millones de dólares australianos), con una tasa interna de retorno del 25% y un retorno de inversión a 3,6 años.
“Este es un hito importante para Miraflores, que también elimina los riesgos del proyecto de oro Quinchía del que forma parte. Podemos aprovechar las aprobaciones de Miraflores en el futuro y aplicar los mismos estándares y rigor a las presentaciones para el desarrollo de este proyecto”, dijo Jason Stirbinskis, director general de LCL.
El proyecto Quinchía cuenta con un recurso de 0,87 millones de onzas (moz) de oro, entre lo que se incluyen las 0,45 moz de Miraflores. Está situado a 100 km al sur de Medellín. Ocupa 10.500 hectáreas y alberga varios objetivos de exploración, como el mismo Miraflores y Tesorito, Chuscal y Ceibal.
Por otro lado, la canadiense Aris Mining también recibió las autorizaciones de las autoridades locales para construir una nueva mina subterránea debajo de la que está trabajando actualmente en Marmato, Caldas.
Con este nuevo proyecto, la compañía espera poder explotar 162.000 onzas de oro por año, en un total de 20 años de vida útil que tendrá la mina. “Este es un hito para Aris Mining, ya que quintuplicará la producción de oro de Marmato y, luego de la construcción, nuestra producción de oro de Segovia y Marmato será de aproximadamente 400.000 onzas por año”, le dijo el CEO de Aris Mining, Neil Woodyer.
La inversión para ese proyecto será de 280 millones de dólares (382 millones de dólares canadienses), financiados por los saldos en efectivo de la compañía, más 122 millones de financiamiento continúo de Wheaton Precious Metals, según el diario El Tiempo.
A estas empresas se suma la también canadiense GoldMining, que tiene tres proyectos desarrollándose desde hace años en Colombia: Yarumalito, Titiribí y La Mina.
De esos tres, el más avanzado es La Mina, ubicado en Antioquia, y que entregaría 1,74 millones de onzas de oro, según una evaluación económica preliminar actualizada (PEA).
El costo en efectivo total de La Mina es de 786 dólares por onza de oro y un costo por mantenimiento de 1.142 dólares por onza de oro. El gasto de capital inicial es de 425 millones para la instalación de procesamiento de 15.000 toneladas diarias en una mina convencional a cielo abierto.
“Nos complace actualizar nuestra PEA en La Mina, lo que demuestra el valor que hemos creado a través del descubrimiento de exploración realizado en La Garrucha, de modo que el proyecto combinado representa un depósito significativo de oro y cobre con una atractivo grado de cabeza por encima de 1,0 g/t de oro equivalente”, dijo Alastair Still, CEO de GoldMining.
Y añadió que “los yacimientos de esta escala con posibilidades de exploración y economía sólida son cada vez más escasos, y La Mina ejemplifica nuestros esfuerzos para avanzar en nuestra cartera de proyectos en las Américas para generar valor para nuestros accionistas. Con los precios actuales de los metales muy por encima de los US$1.750 por onza de oro y los US$3,50 por libra de cobre utilizados en la PEA, el Proyecto La Mina está bien posicionado para mejorar aún más la economía y la posible expansión de recursos”.