Aunque Carlos Fernando Galán, alcalde electo de Bogotá, ha dejado claro que mantendrá la construcción de la primera línea del metro como se contrató a finales de 2019, la discusión sobre una modificación al proyecto continuará con el Gobierno de Gustavo Petro.
Todo se debe a la opción que el presidente colombiano planteó a la administración de Claudia López, tras su viaje a China en octubre, sobre soterrar un tramo que comprende desde la avenida Primera de Mayo hasta la calle 72 con avenida Caracas.
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Más allá de los alcances de esa propuesta, si es factible o no en la actualidad, Infobae Colombia consultó con Fernando Rojas, experto en movilidad, y los concejales Diana Diago, del Centro Democrático, y Carlos Carrillo, del Polo Democrático, sobre lo que significaría aceptar la idea de Petro o mantener la obra tal cual está avanzando.
“Petro no entendió que ya no es alcalde”
Diana Diago dejó claro que el contrato que se firmó entre la Alcaldía de Bogotá y el consorcio chino en 2019 no se puede modificar por parte del Gobierno: “Petro no entendió que ya no es alcalde, que es presidente y debe respetar los acuerdos que tiene la ciudad, que son fruto de una licitación y, de no ser así, no solamente tendríamos cláusulas penales enormes, sino también estaríamos haciéndole daño a la movilidad de los bogotanos”.
La concejal aseguró que los ciudadanos respondieron a la petición del mandatario con las elecciones regionales para mantener el proyecto actual, pero, si el jefe de Estado insiste en su idea, “debe entender que tienen que hacer otra licitación, porque los contratos en el Estado tienen unas reglas y por más presidente que sea, las reglas se tienen que acatar, porque es que es la ley”.
Respecto a lo que pueda pasar con el Transmilenio por la avenida Caracas, Diago explicó que se debe esperar con los años a revisar las cifras de movilidad entre los dos sistemas: “Primero, tengamos la primera línea del metro a ver cómo va en los temas de demanda, qué va a pasar también con Transmilenio y siento que la ciudad tiene que avanzar hacia los metros, yo soy partidaria de eso, pero pienso que la ciudad va a hablar demasiado, nos va mostrando el ritmo”.
“Ese proyecto es insignificante y extremadamente caro”
Entre los concejales que apoyaron la propuesta de Petro estuvo Carlos Carrillo, del Polo Democrático, al decir que la discusión debe centrarse en que el metro será el sistema de movilidad principal en la capital: “No tiene ningún sentido hacer una inversión multimillonaria solamente para que pueda decir que Bogotá tiene Metro”.
Sobre la idea que el mandatario planteó, el cabildante explicó que se basa en los estudios del metro subterráneo que se realizaron entre 2008 y 2015: “Empezaron en la alcaldía de Samuel Moreno, costaron un dineral y no solamente es el dineral, sino que es el tiempo y en el caso de los estudios que estaba adelantando la Bogotá Humana fueron muy serios y llegaron a una fase que se llama Ingeniería Básica Avanzada, es infinitamente más adelante de lo que tenía Peñalosa”.
Sumado a eso, recordó las épocas en las que el exalcalde de Bogotá criticaba dicho sistema: “Peñalosa hablaba pestes de los Metros elevados, decía que eran orinales al aire libre, que eran terribles, destruían la ciudad, eran ríos envenenados, subía fotos y decía ‘vean esta porquería de Metro elevado, Transmilenio es maravilloso’. Él hablaba pestes de los Metros elevados porque lo son”.
En uno de los puntos más polémicos que Carrillo entregó está el costo del sistema elevado, que será más alto de lo que el Distrito tiene proyectado y de dónde llegará el dinero: “Por culpa de ese proyecto, que va a tener apenas 25 trenes y 16 estaciones, se va a chupar cinco mil millones de dólares, lo cual implica que tendremos que pagar unos costos adicionales a futuro y perder la recuperación de un montón de rentas (…) Esos ingresos no van a salir de la tarifa sino de los negocios inmobiliarios alrededor, publicidad, ingresos no tarifarios, arriendos”.
“No es el mejor metro, pero debe mantenerse”
Fernando Rojas, doctor en historia con maestrías en gestión urbana, explicó que la opción elevada no era la mejor para la ciudad: “La administración Santos-Duque y del alcalde Enrique Peñalosa nos llevaron a un metro elevado y se hizo bajo la promesa de que iba a ser más rápido en su construcción, más barata y ninguna de las dos cosas ocurrió, han pasado ocho años y aún no tenemos meta”.
Una de las razones para desaprobar dicho sistema es por la zona donde se construirá: “La experiencia internacional, lo que ha mostrado, es que los metros elevados tienen una mayor probabilidad de hacerse en la periferia, mientras que los subterráneos deberían ir en la zona central, sobre todo porque a la hora de hacer alguna ampliación o modificación, es más barato moverse por debajo de la tierra”.
El experto en movilidad también se refirió a las opciones que se presentaron para soterrar un tramo de la primera línea: “Cuando a finales del 2022 este Gobierno, el Distrital y el consorcio chino estuvieron explorando el camino para soterrar una parte, sobre todo la de la avenida Caracas, era razonable que se pudiera hacer una revisión técnica, jurídica y financiera de la viabilidad de ese cambio”.
“Sin embargo, como ha pasado ya casi un año y eso no tiene ninguna claridad, aunque no es el mejor Metro para la ciudad, debe mantenerse la construcción que está contratada porque no tenemos ninguna certeza jurídica, técnica ni financiera de la viabilidad de ese cambio, más allá de lo que el Gobierno Nacional dice que puede hacer”, dijo.