A propósito de los resultados individuales de la prueba Saber 11, publicados el domingo (5 de noviembre), la ilustradora y creadora de contenido bogotana, Alejandra Guerra, recordó a través de un video, en su perfil de TikTok, la vez que el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (Icfes) la acusó de plagio.
“En 2014 yo estaba en 11 y para presentare el Icfes estudié todo el año, esperando que me fuera bien”, comentó, a manera de introducción en el metraje que, en cuestión de días, alcanzo el medio de millón de visualizaciones.
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“Me presenté el día pactado, a la hora pactada, en el lugar pactado. Hice mi examen, lo respondí, lo entregué, me fui a la casa a esperar los resultados y cuando salieron todos mis amigos empezaron a preguntarme: ¿Cómo te fue?”.
Ingresó al sitio web de las pruebas de Estado Saber 11 e intentó conocer su puntaje, pero, en cambio, se encontró con una advertencia: “sus resultados están en investigación preliminar”.
“En mi inocencia, yo no pensaba que hubiera algún problema. Creí que era un error del sistema, pero pasaban los días y mis resultados nada (que llegaban)”, recordó. Entonces, “Con mis papás llamamos al Icfes a preguntar por mis resultados ¿investigación de qué? Y ellos nos respondieron que estaban investigándolos por plagio”.
Guerra, junto a un reducido número de estudiantes, fue investigada por el Icfes, luego de que el sistema de procesamiento de datos encontrara “aspectos comunes” en su examen: “Resulta que es una posibilidad muy pequeña, pero es una posibilidad que existe... quedar en el mismo salón con una persona que responda su examen de manera muy similar a uno y a mí me pasó eso”.
Al igual que ella, otro estudiante parece haberse preparado durante meses y tener los mismos fuertes y dificultades, pero aún así, no había forma de que se conocieran: “Había otra persona en ese salón, ni idea de quién era, porque estaba rodeada por desconocidos ese día. Respondimos el examen de forma muy similar y entonces la maquina pensó que habíamos hecho copia (…) claramente el Icfes le cree a la máquina, no a los pelaos”.
Estuvieron “investigando” meses, en los que Guerra, nunca antes acusada por plagio, tuvo que enfrentarse no solo a la vergüenza, sino también, a medio colegio, pues, al no recibir sus resultados tampoco le entregaron los resultados generales a la institución.
“La directora se me acercó una vez a decirme que yo tenía que asumir las consecuencias de mis actos y aceptar que yo había hecho copia”. Pero eso no es todo “mi cupo en la universidad también estaba peligrando porque el Icfes se estaba tardando mucho en decidir si había sido copia o no, entonces, a mí me llamaban de admisiones a preguntarme en dónde estaban mis resultados” y no le quedaba de otra que contarles, nuevamente, su historia.
Por suerte “parece que eso pasa (de manera frecuente) entonces, los de admisiones dijeron que no importaba” y podían guardar su cupo. Aunque, claro, con el tiempo parecía una oferta que iba desvaneciéndose.
“Pasaban los meses y mis resultados no aparecían por ningún lado, entonces, le enviamos una carta al Icfes o mis papás se presentaron, no recuerdo, pero tuvimos que amenazarlos con una demanda por injuria y calumnia, porque estaban acusándome de algo que no había hecho”.
Fue entonces que, tras un proceso tan extenso como tortuoso recibió los resultados, pero, para entonces, ya ni siquiera estaba interesada en conocer su puntaje: “Ni los mire, honestamente, al día de hoy no sé cómo me fue. Yo simplemente, los imprimí, los metí en un sobre de manila y los envíe a admisiones en la universidad”.
Por suerte, su sueño era estudiar en la Universidad Nacional, donde, realizan sus propias pruebas y no suelen tener en cuenta los resultados del Icfes. Tanto así que, con todo y la investigación, logró obtener una beca que, años más tarde, la llevó a entender: “Las probabilidades de que el Icfes los acuse por plagio son bajas, pero no de cero”.