El 28 de octubre de 2023, Colombia se conmocionó con la noticia del secuestro del padre del futbolista Luis Díaz, Luis Manuel Díaz, en La Guajira. La autoría del acto fue atribuida al Ejército de Liberación Nacional (ELN), un grupo guerrillero con el que el Gobierno colombiano mantiene un proceso de diálogo de paz. Este hecho desencadenó una serie de reacciones y opiniones por parte de destacadas figuras políticas, entre ellas el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
El secuestro de Luis Manuel Díaz, ocurrido en una región de Colombia afectada por la violencia y la presencia de grupos armados ilegales, generó indignación y preocupación en todo el país. La noticia impactó especialmente porque el ELN, con el que el Gobierno de Gustavo Petro había acordado un cese al fuego, había vuelto a recurrir a la violencia y el secuestro como método de acción.
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Uno de los primeros en reaccionar públicamente a este suceso fue el expresidente Álvaro Uribe Vélez, figura política influyente en Colombia y conocido por su postura conservadora y su crítica al proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Uribe se pronunció a través de su cuenta personal de X (Twitter), donde escribió: “Esto no es paz, es una extorsión a la democracia por parte de la arrogancia criminal protegida en Venezuela”. Su mensaje reflejó su profunda preocupación por el secuestro y su convicción de que este acto no podía ser considerado como un paso hacia la paz en Colombia.
El expresidente Uribe compartió en la misma publicación una noticia que informaba sobre las declaraciones del comandante del ELN, Antonio García, que afirmó que el secuestro de Luis Manuel Díaz había sido un error, pero que aún mantenían al padre del futbolista del equipo inglés Liverpool en su poder debido a la necesidad de financiamiento por parte de la organización guerrillera.
Las palabras de Álvaro Uribe generaron un intenso debate en las redes sociales y en la esfera política colombiana. Sus seguidores aplaudieron su firmeza en la denuncia de lo que consideraba un ataque a la democracia, mientras que sus detractores argumentaron que su enfoque era polarizante y no contribuía a un diálogo constructivo en un momento en el que Colombia enfrenta importantes desafíos políticos y de seguridad.
“¿Recluido? Hágame el Hpta favor. Desgraciados, ¡SECUESTRADO!. Y se dieron cuenta que de “pura casualidad” se les adelantó navidad. DESGRACIADOS.“; “Secuestro es secuestro, terrorismo es terrorismo del ELN.”; “Doctor Uribe, digale a su llave Mancuso que vaya y resuelva ese problema. Usted muy amablemente le presta armamento y unos muchachos”; “fPaz es asesinar jóvenes inocentes para pasarlos por guerrilleros. No sea cínico Uribe!”; “Usted no acabo la guerrilla y su títere Duque ni los sento a hablar menos los combatió”; fueron algunos de los comentarios que recibió el expresidente.
Cabe destacar que, la postura de Uribe se enmarca en su constante crítica a las negociaciones de paz con grupos armados ilegales, como las Farc y el ELN. A lo largo de su carrera política, ha sostenido que estos diálogos no conducen a una paz real, sino que permiten que los grupos guerrilleros continúen sus actividades violentas y busquen beneficios a través de la extorsión y la criminalidad.
Álvaro Uribe, como una figura destacada en la política colombiana, ha expresado que segura desempeñando un papel influyente en el debate sobre la seguridad y el proceso de paz en el país. Su publicación reciente es una muestra de su continua participación en estos asuntos cruciales y de su influencia en el debate público.