La mayoría de los televidentes en Colombia reconocen a Juan Palau, bien por su papel como Drama Key en La reina del flow de Caracol Televisión, o bien por su aparición en Survivor, la isla de los famosos del Canal RCN. A la par, los amantes del género urbano han convertido canciones como El malo o Monólogo en éxitos en las plataformas digitales, al punto de convertirlo en una figura en ascenso en un estilo musical tan competido como ese.
Para el bogotano de 30 años, ambas facetas son deseadas y moldeadas a conciencia. No se metió a la actuación buscando impulsar su carrera musical, ni su interés en la música es algo accesorio a la actuación. En 2023 dio muestras de ello con dos momentos clave: su primer papel protagónico en una película en la producción guatemalteca Vicente Mozo, dirigida por Manny Ramirez, y tras ser invitado por Piso 21 para sus shows en el Movistar Arena de Bogotá y en el Centro de Eventos La Macarena de Medellín, lanzó su nuevo sencillo Qué bonito.
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En la película, que ya se estrenó en Centroamérica, Palau interpretó a un colombiano que llega a Guatemala para trabajar como jornalero en una hacienda, y se termina involucrado con la hija del dueño haciéndose pasar por un Vicente de clase alta, lo que genera toda clase de situaciones y una importante decisión por tomar para el protagonista. Por su parte, en la canción busca dar un mensaje de amor universal, más allá de todos los prejuicios.
Infobae Colombia habló con Palau sobre ambos estrenos, cómo lleva esa vida doble entre la música y la actuación, sus futuros planes y hasta de la selección Colombia.
No es el primer artista que es músico y actor, y muy seguramente no será el último. En<i> La reina del flow </i>hacía ambas cosas, pero más allá de ese caso que parece excepcional en su carrera y desde su experiencia ¿Cómo se alterna entre la música y la actuación?
Es maravilloso. Todo depende mucho del equipo de trabajo y del orden. Estuve en Guatemala un mes entero grabando la película, pero no significa que desaparecí de la música. Mi equipo siguió trabajando en mi proyecto. Estuve casi dos meses en La isla de los famosos, tirado sin saber nada de nada. Hay que tener un equipo que me esté respaldando en mi ausencia.
Se necesita mucho orden, una agenda muy clara en la que diga que me voy a desaparecer dos meses por este proyecto. Hay que decidir qué va a pasar desde la prensa, desde lo digital, desde el management qué vamos a hacer en esos dos meses.
Novelas no he vuelto a tener desde La reina del flow, solo el reality y la película. No he vuelto a pasar por proyectos de seis o siete meses. Y si, la palabra es excepcional, porque fue una novela que se grabó en pandemia. No habían shows, entonces no tenía esa presión de decir “no, ahora que tengo que irme a tal pueblo a cantar, o a tal país y cantar”. Fue una especie de ventaja porque solo estaba centrado en la novela, porque todo estaba cerrado.
¿Y luego de la pandemia cómo es esa gestión de tiempos?
Se hacen las dos a la vez. Por ejemplo, en la película que yo tengo el protagónico, grababa 24/7 de domingo a domingo, 15 o 16 horas de rodaje. Cuando eres un actor de reparto no grabas todos los días, sino por ahí tres o cuatro. Ocasionalmente cinco o seis. Tengo escenas como un berraco, pero son 12 horas sagradas.
A uno le mandan el plan de rodaje la semana anterior y le dicen cuántos días tiene que estar grabando. Entonces si a uno le toca ir dos días al rodaje, uno ya planifica y dice “estos tres días nos vamos a tal lado a grabar música, gira de medios tales días, o reuniones”. Uno se va organizando, se va seteando seis o siete meses.
Y no solo eso, sino que también está el plan para el proyecto cuando salga al aire. Porque la televisión suma un montón para la imagen, para la marca y por decir algo el proyecto sale al aire en seis o siete meses. Entonces ¿Qué vamos a hacer cuando salga al aire? ¿Cuál es el plan de acción? ¿Qué queremos mostrar de Juan Palau? Vamos a aprovechar para sacar tantas canciones por el lanzamiento del proyecto.
¿Siempre fue parte de su proyecto de vida ser músico y actor? ¿O se fue dando sobre la marcha?
Yo siempre quise hacer las dos cosas. Comencé a cantar reguetón siendo muy niño en el colegio y también estaba en el grupo de teatro. Cuando tenía mi dúo de música y le iba muy bien, ya estaba estudiando teatro. Nunca quise ser futbolista ni nada de eso. Siempre quise ser artista.
Es un camino que no es fácil, como no lo es para ningún profesional. El periodista, el arquitecto, el abogado, el médico tienen que luchar por su lugar. Entonces al final es tomar el camino de la pasión y por lo que uno hace.
Cuéntenos de <i>Vicente Mozo</i>. ¿Cómo se dio la oportunidad de trabajar en esta producción?
Dicen que es mejor tener amigos que plata. Resulta que un día yo llamo a Lucho Velasco, gran actor colombiano, solo para saludarlo. Y entonces me dijo “M*****, tengo este proyecto. ¿se le mide?. Le pregunté cómo era la vuelta y me dijo “es que con el director estamos buscando un protagonista, y es usted”. Y yo, “¡Ah bueno!”. Me reuní con Manny Herrera, el director, y me presentó el proyecto. Le pregunté cuando era el casting y me dijo “No, ese es tu personaje”. A los 20 días estaba viajando a Guatemala para grabar.
No hubo casting pero ¿Cuáles fueron las instrucciones del director para enfocar el personaje?
Vicente Mozo es una película familiar, para todas las edades. Pero Lucho y yo queríamos meterle más malicia porque éramos los personajes colombianos, y bien o mal la malicia colombiana gusta afuera. Con malicia no me refiero al narcotráfico o groserías, sino a nuestra chispa y carisma como colombianos funciona bien en otros países.
Yo he trabajado mucho en Guatemala, entonces ya sabía lo que debía imprimirle a la película para que funcionara. Trabajamos con Manny sobre el guión, y él fue muy laxo. Nos permitió jugar con las escenas, hacerle propuestas sobre la historia o por donde consideramos que podía funcionar todo. Él aceptó, y sobre eso Lucho y yo en el desayuno nos sentamos a hablar sobre las escenas de la noche anterior. Ya estaba la estructura, pero Manny nos permitió construir mucho sobre eso.
¿Alguna anécdota destacada de la grabación de <i>Vicente Mozo</i>?
Hay una escena que es con un caballo. En la toma se tiene que ver que el caballo se ríe. Hermano, duramos toda la tarde para que ese berraco caballo pelara los dientes, ¡Y no podíamos! (risas). Yo me tenía que tirar al piso y el caballo se reía. Me tiré al piso por ahí cien veces, hasta que logramos que el caballo hiciera ese gesto.
Hubo otra escena en que el caballo supuestamente se está muriendo, casi no logramos que el caballo se quedara tendido en el piso. Claro, por la cantidad de gente que había y las luces se estresaba y se paraba. Entonces eran horas calladitos hasta que el caballo lograba quedarse quieto.
¿Cómo le fue a <i>Vicente Mozo</i> en el estreno?
Muy bien. Ya se estrenó en Guatemala, en toda Centroamérica y también en Puerto Rico. Es una película muy especial, con un mensaje muy bonito y muy positivo.
¿Hay chances de que llegue a Colombia?
Todavía no han dicho nada, pero vamos a ver ¡Ojalá!
Pasemos a la música y pasemos a <i>Qué Bonito</i>. Cuéntenos sobre su nueva canción
Es una canción que habla de un amor bonito, pero no desde lo cursi o la melosería, sino de un amor libre donde mi pareja puede ser y fluir sin mi y viceversa. No eres mi mundo, sino que compartimos un universo. Es un amor sin prejuicios, sin juzgar, sin tildar y juzgar a la otra persona o las relaciones ajenas, que en eso si somos expertos. Sale una pareja cualquiera, hetero o gay y la gente en la calle murmurando… hay que respetar el amor. Desde que no le haga daño a nadie, es bonito.
¿Cómo se dio la colaboración con Jose y Cami de<i> Ourdailylivesg</i> para la creación del videoclip?
Fue muy bacano. Los seguía en redes, pero no los conocía personalmente. Y esa clase de cosas cuando se tienen que dar, se dan. Un día yo iba para una entrevista en La Mega y hablé del orgullo gay. No soy gay, pero tengo muchos amigos de la comunidad y apoyo su lucha. Ahí yo hablé muy bien de la comunidad, y hablé de unas historias en Instagram que publiqué por el día del Orgullo Gay por las que me tiraron mucha basura. Hablé de eso y dije que me parecía el colmo la intolerancia y la falta de empatía. Jose y Cami casualmente iban escuchando esa entrevista.
Al otro día yo les escribí sin saber que me habían escuchado, para invitarlos a colaborar en el video de Qué Bonito. Entonces ellos me dicen “Hey, te escuchamos casualmente ayer, que loco que nos escribas hoy. Vamos pa’lante”. Así fluyó, mucha química. Son muy bacanes y tienen un amor muy bonito. No solo por lo que muestran en redes, sino por ellos mismos como personas.
Ya el videoclip lo grabamos con La Casa Del Ritmo. Trabajamos la idea, y lo de Jose y Cami entró dos semanas antes de hacer la grabación, porque les propuse sumar otra clase de parejas al video. Cuando ellos llegaron ya estaba el set listo y ya teníamos claro cómo se iba a hacer todo.
Ahora que la selección Colombia está jugando otra vez las Eliminatorias Sudamericanas, está sonando nuevamente <i>Colombia se levanta</i> en las transmisiones. ¿Cuál es la historia detrás de esa canción, y qué buscaba transmitir al público cuando decidió grabarla?
Grabar esa canción fue un reto muy grande, porque hay muchas canciones para la selección Colombia. Hay cumbias, salsas, vallenatos, rock. Entonces yo pensé en hacer algo para el estadio, que los jugadores entren a la cancha y sientan la adrenalina. Que la pongan en el estadio y ese coro se sienta con fuerza. Quería que dieran ganas de levantarse, de sacar la bandera y de celebrar. Por eso los tambores y los redoblantes que suenan ahí, porque quería provocar esa adrenalina.
Adrenalina era la palabra clave, y con el productor Andrés Múnera decíamos “hasta que esto no nos genere adrenalina, no está lista la canción”. Llegamos a eso y Paché Andrade, que además de locutor deportivo es cantante, nos ayudó a grabar varios coros. Se la proponemos a Javier Hernandez Bonnet en el Gol Caracol, le encanta y me dice “Juan, la voy a proponer en todo lado”. En Blu Radio se enamoran de la canción a tal punto que yo no tengo que llamar ni hacer nada. Ellos simplemente la ponen y empieza a sonar en emisoras de todo el país. Ya después me llaman y me dicen que quieren volver a usar la canción para las Eliminatorias y me dicen que quieren grabar un nuevo video, y yo dije “de una”.
¿Cómo está la agenda de conciertos para este fin de año y para 2024?
Estamos trabajando muy fuerte. Estuvimos con Piso 21 en Medellín y Bogotá hace unas semanas, y fue un éxito rotundo. Vamos a tocar en Perú, en Ecuador, en México también. Noviembre y diciembre tendremos varias fechas en Bogotá y algunos pueblos de Cundinamarca. El otro año comenzamos en la feria de Manizales y otros eventos. Ahora mismo estamos trabajando en una nueva imagen para Juan Palau, porque será un año de mucha fiesta.
Con la música está plenamente activo ¿Hay algo nuevo con la actuación?
No, en este momento estamos esperando que nos depara el 2024. Se tocan muchos proyectos, hay varias llamadas, pero hasta que no esté la firmita en el papel no se puede decir nada. Pero yo quiero actuar, amo actuar. Esperemos que vengan más proyectos.