En el marco del VII Simposio Internacional de Acoso Escolar (Bullying) que desarrollan el Ministerio de Educación Nacional y la Universidad CES, en Medellín, se analizaron las cifras que alertan sobre esta problemática en los entornos escolares.
De hecho, el más reciente informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) indica que para el 2022 Colombia ocupó el segundo lugar, después de México, en intimidación y acoso escolar y se encuentra en el top 10 de los 30 países con mayor número de incidentes de bulliyng.
Además, de acuerdo con los estudios de la Facultad de Psicología de la Universidad CES reflejan una incidencia del 53% de la intimidación en las escuelas públicas, solo en Antioquia. No obstante, lo más preocupante es el caso de Medellín, donde las cifras superan los promedios internacionales, pues mientras que en el mundo el cyberbullying es del 15% en la capital antioqueña sobrepasa el 35%.
Un dato que se debe tener presente es que uno de los principales factores de riesgo nacional es la cultura de violencia que el país tiene, ya que ésta impregna las formas que los niños afrontan la vida cotidiana y las dificultades que vienen con la misma.
La docente Nadia Morato, de la facultad de Psicología de la Universidad CES indicó que “la OCDE ha venido haciendo mediciones (alrededor del acoso escolar) sobre los países latinoamericanos. Si se compara con los últimos años, Colombia ocupaba en 2019 el quinto o sexto lugar en prevalencias de intimidación escolar, pero para el año pasado ocupamos el segundo lugar y solo somos superados por México que es considerado el país más violento del mundo (en entornos escolares). De manera particular Antioquia tiene una incidencia del 53% pero Medellín supera a cualquier ciudad del mundo en cyberbullying”.
Señala que una de las principales razones para que Colombia tenga esas cifras en acoso escolar están relacionadas con la cultura de violencia y la falta de diálogo que se inculca a los menores desde la infancia. “Las investigaciones internacionales nos llevan a evaluar los factores de riesgo nacionales (...) notamos que la cultura de la violencia impregna la forma en que los menores afrontan los problemas y las dificultades de la vida cotidiana en sus escuelas. Además, vemos comportamientos aprendidos sobre como sobrellevar los obstáculos, entonces vemos como la primera forma de afrontar algo es la violencia entre pares. El segundo factor está relacionado con la dinámica familiar, así las cosas, encontramos que cuando la relación con los padres no es la mejor, o si por ejemplo los padres resuelven las situaciones a través de la violencia notamos que tienen seis veces más riesgo de sufrir de acoso escolar en la escuela que otros menores. Por otro lado, cuando la violencia intrafamiliar es baja, es decir que si bien se presenta violencia también hay otros mecanismos de afrontar los problemas, estos menores tienen dos veces más posibilidades de sufrir de acoso escolar. Un tercer elemento tiene que ver con los factores personales y tiene que ver con los autoesquemas y autopercepción”.
Con respecto a si se están tomando las medidas necesarias, la docente señaló que “Colombia es uno de los países que tiene legislación al respecto, de hecho se celebró una década de la creación de la ley. Asimismo, el país ha tenido diferentes aproximaciones, no solo desde las escuelas sino también desde los hogares, pero lamentablemente los recursos para seguir implementando los programas son insuficientes, por eso a nivel nacional y departamental se requiere que haya ejecución en recursos para poder seguir implementando en las instituciones esquemas de protección al menor y por supuesto seguir realizando investigaciones al respecto”.