En el sector de La Regina, Valle del Cauca, falleció un ladrón de motocicletas tras verse involucrado en un accidente de tránsito, cuando escapaba a toda velocidad, en su más reciente “adquisición”.
Aún son confusos los móviles de tiempo, lugar y modo en los que ocurrió el siniestro, motivo por el que las autoridades están trabajando para reconstruir los últimos minutos en los que estuvo con vida el delincuente.
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No es claro contra qué o contra quién chochó el ladrón, pero el impacto alcanzó tal magnitud que el sujeto –aún no identificado– murió en el lugar del accidente antes de poder recibir atención médica.
En redes sociales, quienes llegaron a conocer el caso sugirieron que el delincuente fue alcanzado por el karma, concepto en sanscrito que establece que por cada acción hay una reacción equivalente.
Sin embargo, al llegar al lugar del siniestro para realizar el levantamiento del cadáver, unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía encontraron que los dueños de la motocicleta estuvieron en el lugar para reclamar el vehículo.
De momento, investigan si, en realidad, se trató de un accidente o si acaso alguien provocó el choque, buscando vengarse del ladrón. Sin embargo, esta hipótesis aún debe ser corroborada por los agentes que llevan el caso, pues, de momento, no se conoce más información.
Por error, ladrón terminó con la vida de su compinche
A comienzo de octubre en 2023, otro ladrón de motocicletas murió de manera trágica a manos de su compinche, quien en un error de cálculo terminó disparándole a la cabeza.
El incidente ocurrió en el barrio Jesús de Nazareno en la comuna 10, de Medellín, cuando ambos delincuentes se proponían hurtar el medio de transporte de un conductor de aplicación, quien se encontraba parqueado esperando a uno de sus clientes.
Una mujer llegó para tomar el servicio y cuando se preparaba para abordar la moto, los dos criminales los abordaron e intentaron bajar al conductor.
Sin embargo, este se opuso y el parrillero intervino. Forcejearon durante algunos segundos y, cuando empezaron a llamar la atención de los habitantes del Nazareno, el ladrón que iba conduciendo desenfundó su arma y disparó.
Le apuntaba a la víctima, pero, en medio del alboroto, la bala terminó en la cabeza de su compañero luego de rozar la mano del conductor de aplicación.
El sujeto murió en el lugar, mientras su cómplice se daba a la huida. Caso contrario al de la mujer y el conductor que, tras recibir atención médica, se encuentran fuera de todo peligro. Sin embargo, las autoridades están estudiando el caso para determinar, al igual que en el caso del Valle, si se trató de un accidente o si las “victimas” se encuentran implicadas.
Justicia por mano propia: un problema para las víctimas
Las demoras en los procesos judiciales y la falta de eficiencia de las autoridades han llevado a que, entre vecinos, tomen acciones contra los delincuentes que son atrapados infraganti. Sin embargo, la mal llamada justicia por mano propia puede llegar a ser un problema parta las víctimas.
Según detalló en entrevista para el matutino de Arriba Bogotá, el abogado penalista Ricardo Burgos, “lo que permite la ley colombiana es capturar a la persona que presuntamente cometió un delito y llevarla ante las autoridades competentes. Nada de golpearlos hasta casi matarlos o quemar los vehículos en los cuales están transitando”.
“Aunque hacer un seguimiento a las cifras de linchamientos puede resultar complicado porque, según, ‘la policía rara vez hace un registro sistemático de estos hechos’, algunas evidencias nos permiten ver un aumento de estos casos, tanto en Colombia como en América Latina. Una de las representaciones más comunes, y a la vez más peligrosas de este fenómeno, es el acto del linchamiento, el cual ha llegado a dejar hasta 140 muertes en un año”, añadió el también penalista Iván Javier Mojica Rozo.