El pasado domingo 29 de octubre el panorama político en Colombia volvió a cambiar con el triunfo de movimientos y candidatos en la principales ciudades y departamentos que no son cercanos al presidente, Gustavo Petro, e incluso triunfaron muchos de sus opositores, como fue el caso de Medellín (Antioquia), donde su antiguo contradictor para la presidencia Federico ‘Fico’ Gutiérrez fue elegido para repetir como alcalde de esa ciudad.
El triunfo fue contundente, con el 73 % de los escrutinios, lo que significó una dura derrota para Daniel Quintero quien estuvo al frente de los destinos de la capital antioqueña hasta finales de septiembre, cuando renunció para apoyar a su ahijado político y primo de su esposa Juan Carlos Upegui que solo obtuvo un modesto 10 % en los escrutinios.
“Aceptamos los resultados con humildad. Felicito a Federico Gutiérrez. Medellín, ha enviado un mensaje claro y contundente. Vamos a reflexionar sobre los resultados, reconocer los deseos de la gente (...) Se puede perder una elección. Lo que no se puede perder es la firmeza, y la coherencia. Seguiremos trabajando con amor por Medellín, por Antioquia y por Colombia (sic)”, publicó Quintero ese mismo día en su cuenta oficial de la red social X.
Lo mismo hizo Upegui que en X también aceptó la derrota y anunció que trabajaría por la ciudad desde su curul opositora en el cabildo medellinense.
“Felicito y le deseo lo mejor a Federico Gutiérrez en su mandato por el bien de Medellín. Nuestro propósito será liderar una visión alternativa con respeto y desde las ideas, podemos construir desde la diferencia. Agradezco de corazón a mi equipo y todos los ciudadanos que nos acompañaron (sic)”, afirmó.
Sin embargo, muchos hechos desobligantes y controversiales de Quintero con los habitantes de esa ciudad le pasaron una cuenta de cobro de impopularidad.
Y los primeros en recordárselo fueron sus propios vecinos, que lo recibieron con insultos y abucheos durante la noche cuando retornaba a su vivienda en un condominio, donde vive con su esposa, Diana Osorio, y sin importarles que también estaban su dos pequeñas hijas.
Y aunque el bochornoso hecho no tuvo mayor repercusión, y ni Upegui, ni Quintero se habían pronunciado, en la noche del martes 31 de octubre sí lo hizo la compañera sentimental a través de X con un sentido mensaje.
“Los insultos y los halagos hacen el mismo daño si te los crees. Yo les devuelvo en bendición su maldición y que a Medellín le vaya muy bien (sic)”, afirmó la que fuera la gestora social de Medellín.
En esa misma publicación señaló que se trataba de personas que estaban llenos de resentimientos, y que ella con su esposo tenían unas misiones que cumplir que disgustarían a muchos.
“Hay gente que solo es rica de plata y se sienten orgullosos de eso, su odio y su veneno es al portador y no quitarán mi paz. Aprendí que cumplir los propósitos que Dios envía no necesariamente incluyen la aprobación de los hombres (sic)”, trinó junto con el video los abucheos del domingo.
Pese a este golpe de realidad, no todo estuvo perdido para Quintero tras las elecciones territoriales, ya que su recién fundado movimiento político logró la favorabilidad en las urnas en otras poblaciones, aunque no propiamente en Antioquia.
“Independientes, en su primera elección como partido logró 14 Alcaldías entre ellas Neiva y Barranca, la Gobernación del Cauca. Estamos disputando 16 Alcaldías más, elegimos a cientos de corporados. Perdimos una batalla, pero no la guerra. El futuro se parece a nosotros (sic)”, manifestó en X.
Y en la zona metropolitana de Medellín, en el municipio de La Estrella, su prima Liliana María Ramírez Quintero fue elegida como la nueva alcaldesa, aunque no por el movimiento del polémico exfuncionario.