Tiendas de barrio, panaderías y pequeños negocios podrían desaparecer por impuesto saludable: Fenalco

La cabeza del gremio de comerciantes manifestó su preocupación por la entrada en vigencia del mencionado impuesto

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Tiendas de barrio, negocios pequeños, panaderías y algunos otros establecimientos comerciales están en alto riesgo por la vigencia del impuesto saludable - crédito Universidad Central
Tiendas de barrio, negocios pequeños, panaderías y algunos otros establecimientos comerciales están en alto riesgo por la vigencia del impuesto saludable - crédito Universidad Central

Para la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), el futuro de muchos comercios y establecimientos está en la cuerda floja por cuenta de la entrada en vigencia del impuesto a alimentos ultraprocesados, que sería el 1 de noviembre del 2023.

Así lo manifestó la cabeza del gremio Jaime Alberto Cabal en entrevista con Blu Radio, cuando manifestó la preocupación que se vive entre los tenderos y dueños de comercios por cuenta de dicho impuesto, que subiría los costos de decenas de productos, que son la mayoría de la mercancía que expenden en sus establecimientos.

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Y es que pese a que Fenalco ha buscado argumentar en el Congreso el revés que una medida así significaría no solo para los comerciantes, sino para una buena parte de ciudadanos que vive en condiciones de vulnerabilidad que, de manera gradual, tendrían que pagar más por artículos alimenticios de la canasta básica que entrarían dentro de la medida, todo parece indicar que no hay vuelta atrás con la iniciativa.

Hay preocupación en Fenalco

Como respuesta, Cabal afirmó al medio citado que existe cierto afán en el gremio por el riesgo que corren distintos grupos comerciales en los barrios, en donde se expenden gran parte de alimentos definidos como “ultraprocesados”.

“Vemos con muchísima preocupación la entrada de este medida que, como lo demostramos en el Congreso, no es buena para los sectores populares ni tampoco para las tiendas, panaderías y pequeñas empresas”, acentuó el presidente de la Federación de comerciantes.

Fue ahí cuando Cabal indicó que existen tres afectados que recibirían el impacto con mayor gravedad, incluso, en el primer año de aplicación de la medida tarifaria en los productos gravados, que sería de un incremento del 10%.

En la entrevista, Cabal lo denunció así: “Aquí hay tres grandes afectados y perjudicados con este impuesto, como tratamos de explicarlo durante el trámite de la reforma tributaria el año pasado. Los primeros, indudablemente, son los tenderos de barrio, las panaderías de barrio, que van a sufrir el impacto de un sobreprecio en más de 80 productos. Muchos de ellos forman parte inclusive de la canasta familiar de sectores populares”.

Las tiendas de barrio podrían desaparecer

Ya que el impuesto busca aumentar las tarifas de los alimentos ultraprocesados de forma gradual, este incremento podría producir la paulatina desaparición de las tiendas de barrio, por ejemplo, de acuerdo con las declaraciones de Cabal.

“Nosotros hemos dicho que, lamentablemente, en el mediano plazo, según la evaluación que hemos hecho, puede disminuir los ingresos reales de las tiendas cada año en un 8%, con lo cual, en tres o cuatro años, cerca del 25% de ellas podrían, inclusive, hasta desaparecer”, vaticinó el presidente de la agremiación.

Cabe recordar que los impuestos incluyen a bebidas con azúcar añadida, entre los que se encuentran jugos, gaseosas, té, bebidas lácteas, chocolate, café, y otros más. Mientras tanto, los alimentos con alto contenido en sodio, azucares y grasas saturadas también estarían contemplados.

Dentro de estos alimentos que la normativa gravaría están productos cárnicos empacados, especialmente alimentos de charcutería y embutidos, quesos, mezclas y masas para productos de panadería, hortalizas y frutas que sean confitados. Tambien jaleas, mermeladas, preparaciones para salsas y condimentos, como harina de mostaza, y mostaza lista.

Estos impuestos tendrían un alto impacto en los establecimientos comerciales que venden estos productos que, efectivamente, son un gran porcentaje del total de la variedad que puede encontrar un ciudadano promedio en cualquier tienda, y que son altamente consumidos por la ciudadanía en sus situaciones diarias.

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