Las excentricidades del fallecido narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria han puesto en aprietos a las autoridades colombianas, más que todo por los hipopótamos que el capo importó desde un zoológico de Estados Unidos para trasladarlos a su lujosa Hacienda Nápoles, en Colombia, en la década de 1980.
Los animales (tres hembras y un macho) quedaron abandonados tras la muerte de Escobar en 1993 debido a la dificultad que representaba trasladarlos a una reserva natural. Posteriormente, los ejemplares escaparon de la finca desatendida y se extendieron a lo largo del río Magdalena.
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Desde entonces, y hasta la actualidad, la población de estos animales ha aumentado en casi 169 individuos, lo que ha dado lugar a una problemática seria de tratar, ya que, como es de conocimiento público, ha habido ataques contra los pobladores y se ha desarrollado una industria de tráfico ilegal en torno a su captura y venta.
Además de ello, los expertos en ecología indican que los hipopótamos están alterando los ecosistemas acuáticos de Colombia. Al excretar sus desechos en lagos y ríos, están cambiando la composición de los afluentes que sirven de hábitat para animales como manatíes, capibaras, entre otros.
De hecho, los mamíferos salvajes están oficialmente incluidos en la lista de especies invasoras que hay que controlar. Ante ello, en agosto de 2023 la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, dio a conocer algunas de las medidas preliminares sobre el plan de manejo de esta especie exótica invasora.
La traslocación, la esterilización quirúrgica, la eutanasia y el confinamiento son los planteamientos principales. Sin embargo, Muhamad aseguró que las dificultades administrativas y los costos elevados de manutención de los hipopótamos llevarían a que se descarten algunas posibilidades.
El objetivo principal de esta estrategia, haciendo énfasis en la eutanasia, es reducir el impacto de la población de hipopótamos invasores en Colombia en un plazo de 10 años, buscando mitigar los efectos negativos que han tenido sobre el ecosistema y la biodiversidad.
¿Qué dicen los familiares de Pablo Escobar?
Recientemente, Nicolás Escobar, uno de los sobrinos del capo, habló sobre el lío medioambiental que hay en el país por cuenta de los hipopótamos que su tío importó, en medio de una entrevista concedida a Semana.
Durante la charla, el sobrino de Pablo Emilio Escobar Gaviria reveló que no fueron cuatro ejemplares, sino que en realidad fue una manada completa la que el narcotraficante importó y que, debido al abandono de la hacienda en la que estaban, los animales tuvieron que salir de allí en busca de alimento.
“La gente dice que acá solo llegaron cuatro hipopótamos, eso es totalmente falso. Aquí llegó una manada completa de hipopótamos. Esos hipopótamos ya tienen su propio ADN colombiano. A los hipopótamos les tocó irse de donde estaban porque el Estado no les suplía la comida, por eso se fueron yendo para diferentes partes”, aseguró el familiar de Escobar.
Nicolás también opinó sobre las medidas que ha considerado el Ministerio de Medio Ambiente para intentar controlar esta población invasora, en específico, por el plan de aplicarles la eutanasia.
“Respetarles la vida porque son unos animales que no tienen la culpa de lo que pasó y aprovechar los animales para hacer turismo, que la gente que vive en las riberas pueda llevar a la gente para que los conozca, con todo el respeto del mundo, para que les genere rentabilidad, no asesinarlos”, dijo el sobrino del capo al medio citado.
Desde esa cartera están trabajando en el desarrollo de protocolos éticos que garanticen la correcta aplicación de esta medida.
La estrategia se está considerando principalmente para zonas con riesgo de ampliación del área de distribución de la especie y zonas altamente vulnerables a daños ecosistémicos o afectación a la fauna nativa. Esto tendría un costo de $15′000.000 por hipopótamo.