Se llevó a cabo el lunes 30 de octubre la primera reunión del empalme entre el alcalde electo de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y la actual mandataria, Claudia López, apenas un día después de que el candidato del Nuevo Liberalismo obtuviera en su tercer intento la victoria en los comicios distritales, con un 49,02%; la tercera mayor votación en índices porcentuales desde que se eligen alcaldes por voto popular.
Ambos, Galán y López, que protagonizaron algunos enfrentamientos mediáticos, en especial tras la decisión de un juez de la capital de la República de dar reversa al proyecto del Corredor Verde de la carrera Séptima, cuando la alcaldesa señaló al entonces aspirante y su colectividad de ser los responsables de la determinación judicial, parecen haber dejado atrás sus diferencias.
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En medio de un diálogo cordial y, si se quiere, afectuoso, ambos políticos le madrugaron al calendario y acordaron que desde el jueves 2 de noviembre iniciará el largo, pero necesario proceso, en el que la saliente administración pondrá al tanto a la nueva del avance de las principales obras de infraestructura en la ciudad, entre ellas la primera línea del metro de Bogotá, cuya ejecución se registró en el 25%.
Sin embargo, durante la rueda de prensa posterior al encuentro, llamaron poderosamente la atención las declaraciones de López, que no solo se mostró satisfecha por la victoria de Galán, que en campaña prometió continuar con el contrato firmado con el consorcio chino a cargo de la intervención; contrario al deseo del presidente de la República, Gustavo Petro, que quiere modificar el trazado de elevado a subterráneo.
Si no que también calificó los resultados de los comicios como ideales para los intereses de la ciudad, pues con el triunfo del hijo del asesinado candidato presidencial Luis Carlos Galán y el segundo lugar del exdirector del Dane Juan Daniel Oviedo, que aceptó ir al Concejo, se atajó la amenaza que, según se puede inferir de sus declaraciones, implicaba el éxito del candidato del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar.
¿Qué dijo Claudia López que no pasó desapercibido?
En la breve, pero sustanciosa atención a los medios de comunicación, la gobernante hasta el 31 de diciembre de 2023 se mostró “complacida” no solo como ciudadana, sino como mandataria. Pero lo más llamativo vino luego, cuando indicó que si hubiera tenido que pedir ayuda divina para que se diera el triunfo de Carlos Fernando Galán, quizá el balance de la jornada no hubiera sido tan satisfactorio.
“Bogotá tomó una decisión no solo que respeto, sino que estoy complacida como ciudadana y como alcaldesa. Si le hubiera pedido al Niño Dios los resultados, no los hubiera mandado tan bien. Pero sobre todo en el mensaje contundente de que Bogotá se respeta y somos los ciudadanos los que tomamos las decisiones y todos deben respetarlas”, dijo.
Lo dicho por López, entre risas, no pasó desapercibido en las redes sociales. Sobre todo en el ala petrista, que señaló a la alcaldesa de hacerle campaña “debajo de cuerda” a Galán, al que calificaron de ser el aspirante de corte continuista de la contienda: así como a López, en su momento, la acusaron de tener la “ficha” de Enrique Peñalosa tras su salida de la alcaldía, el 31 de diciembre de 2019.
En su declaración, López manifestó que con la elección del aspirante del Nuevo Liberalismo, aunque no lo mencionó directamente, sí se llevó a cabo un plebiscito, en el que el gran perdedor fue el presidente Gustavo Petro. Es, al menos, lo que se puede inferir en sus palabras, que causaron “roncha” a los sectores a fines al primer mandatario de los colombianos.
“El mensaje contundente de los bogotanos: la ciudad se respeta. Que nuestro estado de derecho tiene descentralización y somos los ciudadanos y las autoridades locales los que tomamos las decisiones. Y todas las autoridades, empezando por el presidente de la República, deben respetar”, resaltó López en su breve encuentro con la prensa.