“Hace un mes me raparon el bolso en el centro mientras estaba almorzando en el Subway de la Séptima con peatonal”, narró la periodista Laura Camila Vargas en sus redes sociales. La comunicadora bogotana sigue contando que luego la volvieron a robar, pero esta vez se llevaron el celular. Y ahí empezó su drama: ahora la están extorsionando.
En redes sociales, la joven expuso que después del segundo hurto, su madre comenzó a recibir mensajes amenazantes en los que los criminales le exigían depositar dinero para desvincular la nube del celular para que los ladrones lo tuvieran libre para la venta, sin archivos.
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Si no accedía a cumplir las pretensiones de los maleantes, estos se dedicarían a compartir a través de las redes sociales y con cada uno de los contactos que tenía el dispositivo móvil fotos de la víctima desnuda, las cuales se encontraban en la galería.
En un video que subió a Instagram, mostró parte de la conversación que tuvo su mamá con uno de los extorsionistas. Así mismo, indicó que le escribieron a una de sus amigas para que la convenciera de pagar lo que le exigían. Como no obtenían respuesta, procedieron a difundir las imágenes con algunos números de teléfono.
“Fui a la Fiscalía , pues el denuncio, me enviaron al Gaula porque me estaban extorsionando. Me dijeron que no fuera a ceder, que no diera el código porque iban a comenzar a extorsionarme con otras cosas, entonces le dije al tipo: publíquelas”.
La egresada de la Universidad Javeriana explicó que accedió con el objetivo de lograr la captura del sujeto que la amedrentaba, pero también con la leve esperanza de poder recuperar su celular. “El man me puso un punto de encuentro en el centro comercial Shopping a las tres de la tarde”.
Con un lugar cuadrado y hora establecida, Vargas asevera que el Gaula le dijo que no podrían acompañarla porque “había entrado a negociar, cuando igual ya me había extorsionado y lo siguió haciendo. La Fiscalía también sabía y tampoco me ayudaron”.
“Estuve con las autoridades desde las 8:00 am hasta las 2:00 pm y no hicieron nada”, denunció la ex funcionaria del portal Última Hora.
En cuanto a su reclamo frente a la poca acción de los organismos competentes, añadió que “en el Gaula el lema es: ‘Yo no pago, yo denuncio’, pero de qué sirve denunciar, como lo hice yo, si van a ser tan negligentes y a poner trabas para ayudar y dejarlo a uno a su suerte”.
Finalmente, terminó pagándole a los antisociales un monto de 2.300.000 pesos. Aunque fue más de lo que hubiese deseado, según expresó, cedió porque se trataba de su herramienta de trabajo más importantes. Había fotos privadas e incluso material de una campaña importante que va a realizar con una marca.
“Por eso es que todos los celulares terminan en el mismo punto de la 13, todos lo saben y nadie hace nada”, expresó mostrándose indignada por el poco acompañamiento que recibió y la falta de un operativo para ayudarle a recuperar sus pertenencias.
No conforme con lo sucedido, el ladrón volvió a escribirle para decirle que de todas maneras iría a publicar el contenido. “Voy a publicar esas fotos por deshonestos. Yo les ayudé con la entrega y ustedes dan menos plata. Voy a publicar sus fotos por deshonesta”, mencionó el criminal, quien recibió 200.000 pesos menos de lo que había solicitado.
En ese sentido, quiso difundir su versión en las plataformas digitales con un mensaje contundente. “Ayúdenme a compartir. Siento tanta impotencia por esto que ocurrió y sobre todo me impacta la negligencia de las autoridades. Se quedan de brazos cruzados mientras cometen varios delitos y hay pruebas de ello”, concluyó.