El 6 de octubre pasado, la Fiscalía General de la Nación emitió una orden de captura en contra de Cielo Gnneco por el secuestro agravado y homicidio de dos excontratistas de la Gobernación de Cesar que se habrían negado a pagar un millonario soborno a cambio de ser beneficiados con la adjudicación de un contrato.
Pero al siguiente día, el 7 de octubre, Doña Cielo (como es conocida en el departamento) fue vista en las calles de Valledupar apoyando con tranquilidad la campaña política de su candidata a la Gobernación, Elvia Milena Sanjuán, que contó con el apoyo del Partido de la U, Liberal, Conservador y Cambio Radical. Posteriormente, Gnecco desapareció del radar de las autoridades y todavía es buscada para hacer efectiva su orden de captura.
Hoy, Sanjuán es la nueva gobernadora de Cesar, al lograr el 44,13% de los votos (231.219), por encima de la uribista Claudia Margarita Zuleta Murgas, hija del cantautor de vallenato poncho Zuleta, que obtuvo el 35,03%.
La candidatura de la gobernadora electa estuvo en el centro de la polémica no solo por su cercanía con el clan Gnecco, sino por dos investigaciones por nulidad electoral y una tercera por violación al régimen de inhabilidades e incompatibilidades.
Así mismo, está imputada por la Fiscalía por supuestamente direccionar la compra de un lote en 2016, cuando era alcaldesa de San Diego.
Cielo Gnecco, acostumbrada a poner gobernadores en Cesar
A pesar de las polémicas que la rodean, no fue una sorpresa el triunfo de Elvia Sanjuán, pues era la gran favorita en las encuestas y estaba apoyada por el poderoso clan Gnecco, que ha puesto a casi todos los gobernadores del departamento por varias décadas.
La hegemonía de los Gnecco comenzó con la elección Lucas Gnecco Cerchar en 1991 y ha perdurado hasta el actual gobernador, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, hijo de Cielo, suspendido de su cargo y también acusado por hechos de corrupción.
Doña Cielo, de 85 años, es la cabeza del clan y ha sido primera dama de Cesar en cuatro ocasiones; es la hermana, madre y cuñada de los últimos gobernadores del departamento.
Fue acusada recientemente por la Fiscalía luego de las declaraciones que entregó en su contra Julio Manuel Argumedo, alias Gabino, exintegrante de la subestructura Mártires del Cacique Upar, del Bloque Norte de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia.
El exparamilitar aseguró que Gnecco ordenó el secuestro y asesinato de Jairo Alberto Hernández Hinojosa y Carlos Mendoza Guerra, dos contratistas de la Gobernación en 2002 que se habrían negado a pagar un soborno de $2.500 millones para salir beneficiados en contratos públicos.
Pero doña Cielo no es la única del clan Gnecco envuelta en líos y escándalos judiciales. Varios miembros de la familia han protagonizado batallas judiciales acusados de corrupción y relaciones con paramilitares.
Jorge Gnecco, hermano de Cielo, fue señalado por Salvatore Mancuso de haber impulsado la llegada de las AUC al departamento. Jorge 40, jefe paramilitar de Cesar, lo mató en 2001. Lucas, otro hermano, que fue gobernador en 1991 y 1997, fue condenado a 24 años de cárcel por corrupción.
Luis Gnecco, hijo de Cielo, fue suspendido de su cargo como gobernador por incurrir en delitos de corrupción al elector en su primera campaña para llegar a la Gobernación del Cesar en 2011. Luego, el pasado 11 de octubre, la Fiscalía lo acusó por irregularidades en el Plan de Alimentación Escolar (PAE) del departamento.
De igual forma, el senador José Alfredo Gnecco, hijo de Lucas, está siendo investigado por supuestamente haber pagado 150 millones de pesos para favorecer a su padre en un proceso en la Corte.