En la recta final para que se lleven a cabo las elecciones regionales en Colombia, programadas para el domingo 29 de octubre de 2023, el Observatorio de Violencia Contra las Mujeres en Política dio a conocer su más reciente informe, en el que se hizo una radiografía de los hechos que han registrado durante el periodo de campañas en el territorio nacional.
Según el observatorio, del cual hacen parte diferentes entidades del Estado, entre ellas la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, se reportaron entre la primera semana de mayo y la primera de octubre un total de 34 casos violentos contra las aspirantes a los cargos de elección popular que se definirán en la jornada electoral.
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Todos ellos identificados gracias a denuncias en medios de comunicación, redes sociales y por información recolectada de manera directa en las campañas.
¿En qué regiones del país se han registrado más casos de violencia contra las mujeres en campaña?
Antioquia, con un 20,6%, es el departamento en el que se han registrado más agresiones en contra de las mujeres que buscan hacer parte del ejercicio democrático; seguido de César (14,7%) y Sucre (8,8%). Por su parte, en Cauca, Nariño, Quindío, Santander y Córdoba se han detectado de a dos casos, y en Arauca, Atlántico, Bogotá, Bolívar, Casanare, Cundinamarca, Tolima y Valle del Cauca solo uno.
El informe indica, a su vez, que el 44,1% de las mujeres que se han identificado como víctimas de violencia política aspiran a una alcaldía. Del mismo modo, el 32,4% son candidatas a una de las 32 gobernaciones; en tanto que el 20,6% aspiran al concejo o asamblea departamental.
En su recopilación de datos, el observatorio permitió inferior que el 88,2% de las mujeres habrían sido víctimas de violencia psicológica, la cual al parecer fue ejercida a través de amenazas verbales y/o escritas. Por su parte, el 17,6% de las mujeres pudieron haber sido víctimas de violencia física, y lo más grave: el 2,9% de violencia sexual.
“Si bien los medios de comunicación y redes sociales donde se publican las denuncias (realizadas por las mujeres candidatas) no definen si la violencia ejercida hacia ellas es basada en el género, de acuerdo con los relatos registrados se pudieron establecer algunos de los móviles y las presiones ejercidas hacia ellas”, precisó la entidad.
Fuentes de los hechos violentos
Asimismo, se destaca que el 11,9% de las mujeres fueron víctimas de violencia mediante medios digitales, ya fuera por amenazas, intimidaciones y comentarios discriminatorios, los cuales fueron emitidos desde plataformas como X (antes Twitter), Facebook y WhatsApp.
El informe además reseña que el 44,1% de las mujeres que denunciaron hechos violentos en su contra no identificaron de dónde provenía. Y el 23,5% acusaron a grupos al margen de la ley como los responsables de intimidaciones y otras prácticas; mientras que el 11,8% dijo que fueron episodios provocados por funcionarios que hacían parte del gobierno de turno, y el 8,8% como consecuencia de otros grupos.
“Ante este panorama, el Observatorio de Violencia contra las Mujeres en Política hace un llamado a no seguir normalizando este fenómeno, pues se está vulnerando el derecho a la participación de las mujeres y con esto, debilitando la cultura democrática basada en la paz y la diversidad”, manifestó la organización.
El documento se suma a los casos denunciados por la Corporación Caribe Afirmativo, que puso en evidencia cinco casos, contra dos mujeres trans, una mujer bisexual y una mujer pansexual, en Antioquia, Bolívar, Caquetá, Cauca, Magdalena, Nariño y Sucre. Y el reporte de la Misión de Observación Electoral (MOE), con 52 hechos de violencia contra candidatas mujeres.
Mientras que en un informe reciente de la Fundación Artemisas, se han identificado 74 casos de violencia política relacionada con el género en Chocó, Atlántico, Bogotá, Bolívar, Arauca y Córdoba.
Es válido resaltar que el propósito del Observatorio de Violencia contra Mujeres en Política es recopilar información acerca de los hechos que vulneran los derechos del género, además de generar conocimiento y visibilizar la problemática que padecen las mujeres que participan en política y las afectaciones que este tipo de conductas causan a la democracia.