El 26 de octubre se conoció que la Comisión Nacional de Disciplina Judicial destituyó e inhabilitó por 12 años a la exfiscal Hilda Niño, quien recibió por lo menos 400 millones de pesos de soborno de un narcotraficante para que lo integrara a la ley de Justicia y Paz con el objetivo de recibir los beneficios de los paramilitares desmovilizados.
La Comisión sancionó a Niño porque: “En su condición de fiscal delegada ante el Tribunal, adscrita a la Dirección Nacional de Justicia Transicional para la época de los hechos, por incurrir en la comisión de la falta disciplinaria gravísima por haber cometido objetivamente el ilícito penal a título de dolo”.
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Las investigaciones determinaron en 2017 que cuando Hilda Niño fue fiscal de la delegada ante el tribunal de Justicia y Paz, adscrita a la Dirección Nacional de Justicia Transicional, habría recibido por lo menos 400 millones de pesos de Orlando Villa Zapata, alias Rubén, para que lo beneficiara en los procesos de integración a la ley diseñada para la desmovilización de los paramilitares.
La entonces fiscal indujo al error a varios magistrados para que se omitieran los procesos por narcotráfico y concierto para delinquir que se adelantaban contra alias Rubén, razón por la cual fue acogido en Justicia y Paz.
“La conducta de la fiscal, al aceptar y exigir remuneraciones atendiendo promesas de su gestión para el postulado, y distorsionar la administración de justicia, conlleva un grave daño social (...) Dichas prácticas dentro de las instituciones encargadas de administrar justicia socava los cimientos de la sociedad, generando un ambiente de impunidad que puede afectar a toda la comunidad”, sentencia el fallo de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial .
El magistrado Julio Andrés Sampedro, apoderado del caso contra Niño, indicó que las acciones de la exfiscal no fueron fortuitas y que era consciente de que estaba incurriendo en delitos, pero que continuó entorpeciendo los procesos para ayudar a Villa Zapata e incluso indujo a la justicia a que lo liberara.
“La manipulación de casos judiciales para favorecer a ciertos individuos indican una comprensión clara de la ilicitud de sus actos. Este conocimiento acentúa la gravedad de su conducta, ya que implica que no se trata de errores inadvertidos, sino de decisiones conscientes y deliberadas, menoscaban la integridad del sistema judicial”, sostuvo Sampedro en el fallo.
En agosto 2020 la Corte Suprema de Justicia condenó a la exfuncionaria pública a cinco años y medio de cárcel por ser coautora del delito de cohecho propio, relacionado con el mismo caso de los sobornos recibidos por narcotraficantes.
De acuerdo con la Alta Corte, en el caso del bloque Vencedores de Arauca de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Niño recibió dádivas de Miguel Ángel Melchor Mejía Múnera y Orlando Villa Zapata para que omitiera sus conductas narcotraficantes e integrarlos como destinatarios y beneficiarios de Justicia y Paz.
El magistrado de la Corte Suprema de Justicia Jorge Emilio Caldas Vera sostuvo en su momento que Niño realizó: “Labores tendientes a presentar a Villa Zapata y Mejía Múnera como miembros de un grupo paramilitar, a pesar de que era conocedora de su simple condición de traficantes de estupefacientes”.
Cuatro meses después de recibir la medida intramural, Hilda Niño fue favorecida con el beneficio de libertad condicional por buen comportamiento.
La exfiscal también aparece en el caso que se adelanta contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por manipulación de testigos. Según el exfiscal general de la nación Eduardo Montealegre, Niño habría manipulado pruebas para favorecer al exjefe de Estado y a su hermano Santiago Uribe.