Lo que temían las autoridades atlanticense se hizo realidad: volvió la guerra entre los Pepes y los Costeños, grupos criminales que habían hecho un acuerdo de no violencia con intenciones de entrar a la paz total del Gobierno nacional, trato que parece haberse roto con el homicidio de alias Checho en un Ara de Barranquilla el 3 de octubre.
De acuerdo con las autoridades ese homicidio detonó una nueva oleada de violencia en el Atlántico, que dejó siete muertos y cinco heridos en 72 horas, producto de dos masacres, una en un quinceañero en Malambo y la otra en un billar de Soledad.
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Según el general de la Policía Metropolitana de Barranquilla Jorge Urquijo, las investigaciones de las dos masacres tienen dos cosas en común las víctimas tenían relación con los Costeños, comandados por Jorge Eliécer Díaz Collazos alias Castor y los victimarios estarían familiarizados con los Pepes, liderados por Digno Palomino Rodríguez, alias el Viejo.
Según pudo conocer El Heraldo, el homicidio de alias Checho generó molestia en Digno Palomino y desde la cárcel mandó a acabar con los microtraficantes de alias Castor.
“Alias Checho era muy cercano a Digno Palomino, tanto así que este era el encargado de la seguridad de su mamá y de otros miembros de su familia. Su muerte desató la furia de este criminal”, le dijo uno de los investigadores del caso al medio citado.
Lo mató un sicario disfrazado de domiciliario
En la tarde del 3 de octubre un sicario disfrazado de domiciliario llegó hasta un supermercado Ara en el norte de Barranquilla y acabó con la vida de César Alberto Molina Chávez, alias Checho, en la huida el asesino también mató al vigilante del lugar.
Alias Checho tenía anotaciones judiciales por homicidio, concierto para delinquir y porte ilegal de armas, además fue reseñado por las autoridades como exintegrante de tres grupos criminales del Atlántico.
La trayectoria delictiva del occiso inició en los 40 Negritos, una estructura armada dedicada a asesinatos selectivos, hurtos y extorsiones en Barranquilla.
La red criminal hacía trabajos para los Rastrojos Costeños y en ese proceso alias Checho conoció a alias Castor y alias el Viejo, quienes lo reclutaron cuando la policía desarticuló a los 40 Negritos.
Molina Chávez militó en la megaestructura delincuencial hasta que Digno Palomino y Eliécer Díaz Collazos rompieron relaciones y se convirtieron enemigos, dividiendo el grupo delictivo en dos facciones: los Costeños, de alias Castor y los Pepes, de alias el Viejo.
En la ruptura alias Checho tomó partido por Digno Palomino y se fue a trabajar con los Pepes, llegando a ser uno de los hombres de confianza de el Viejo, ante eso, alias Castor tomó venganza y ordenó su asesinato, lo que a su vez desembocó en las masacres de Malambo y Soledad.
Las dos masacres
Siguiendo las órdenes de alias el Viejo, en la noche del sábado 21 de octubre sicarios de los Pepes irrumpieron en un quinceañero en Malambo, asesinaron a cuatro personas e hirieron a dos más.
Manuel Antonio Domínguez De Hoyos, una promesa del fútbol atlanticense que tenía 16 años; Juan Camino Martínez Barrero, de 18 años, que murió por la gravedad de las heridas en una clínica días después del ataque; Jefferson Jesús Chirino Vera, de 24 años y otro hombre que no fue identificado por las autoridades.
Así mismo, fueron heridos William Andrés Carrillo Fontalvo, de 30 años y María Jesús Moreno Sandoval, una mujer de 71 años.
Dos días después de la masacres de Malambo, los gatilleros de Digno Palomino entraron a un billar en Soledad y asesinaron a Jean Carlos Betancourt Acosta, de 25 años; Juan José Rodríguez Rivaldo, de 43 años, y Franklin de Jesús Guerrero Vargas, de 33 años.
En el ataque resultaron heridos Luis Miguel Lobo Pote, de 35 años, Henry de Jesús Donado Balza, de 18 años, y Jeffry de Jesús Ojeda Pacheco, de 22 años.
Ambos ataques están relacionados con los Costeños, pues la casa del quinceañero en Malambo era un punto de droga donde capturaron a Osnaider José Rosado alias Tatán, subordinado de alias Castor.
Mientras tanto, en Soledad iban a matar a Jorge Luis Ojeda Jiménez alias Ricostilla, otro cabecilla de los Costeños; sin embargo, los sicarios no pudieron cumplir con su objetivo y solo hirieron a su hermano Jesús Ojeda.
La Policía dio a conocer la captura de cuatro de los gatilleros que perpetraron la masacre en el billar de Soledad, pero sus identidades no fueron reveladas.