Los habitantes del barrio El Tunal, en la localidad de Tunjuelito, se encontraron con una escena aterradora al amanecer: un hombre estaba suspendido y ahorcado en el puente peatonal frente al colegio Inem.
Las autoridades locales respondieron de inmediato al llamado de la comunidad. Tras llegar al lugar y llevar a cabo el protocolo correspondiente, confirmaron que se trataba de un joven de unos 24 años que presuntamente había decidido poner fin a su vida. El levantamiento del cuerpo por parte del Cuerpo de Criminalística alrededor de las 6 de la mañana generó una interrupción del tráfico en la zona.
Según lo registrado en redes sociales por testigos y habitantes del sector, colgado desde el cuello a una de las barandas del puente peatonal, el cuerpo fue encontrado al rededor de las 5 de la mañana, por lo que se cree que el presunto caso de suicidio fue cometido en horas de la madrugada.
Hasta el momento se desconoce la identidad del hombre y los motivos que presuntamente lo habrían llevado a tomar esta decisión.
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Luego de saberse la noticia, usuarios en redes sociales y mismos vecinos del sector, incluso, cuestionario si este hecho podría ser un asesinato. Ante las diferentes teorías, las autoridades no han manifestado más detalles de los hechos.
Los datos recopilados por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia son igualmente preocupantes. En el último año, se registraron aproximadamente 1.810 suicidios en el país, marcando un incremento significativo en comparación con años anteriores. Lo más alarmante es que esta tendencia al alza no afecta solo a adultos, sino también a adolescentes y jóvenes. Esto subraya la urgencia de implementar medidas efectivas para prevenir estas tragedias.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, la depresión ha escalado para convertirse en la segunda causa de discapacidad en la población en general, con una marcada incidencia en mujeres de edad media. Sin embargo, esta problemática no respeta edades, ya que un alarmante 44,7% de los niños manifiesta indicios de problemas mentales, y un 2,3% padece de trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
Un informe reciente de la Procuraduría General de la Nación pone de relieve un panorama crítico debido al crecimiento de los trastornos mentales y las alteraciones en la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes en el país. Los síntomas de depresión, ansiedad y trastornos de comportamiento están en aumento en esta población, y se relacionan directamente con el consumo de sustancias psicoactivas, la deserción escolar, los intentos de suicidio y los casos de suicidio consumados en Colombia.
Los datos facilitados por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses explican que: durante el primer semestre de 2023, se registraron 1.540 suicidios, con 479 de ellos afectando a jóvenes, 142 a adolescentes y 1 niños pequeños. En el año 2022, el país contabilizó un total de 2.835 suicidios, con 936 en el grupo de jóvenes, 312 en el de adolescentes y 3 en la infancia. Los grupos de edad más afectados son los jóvenes de 17 a 24 años, seguidos por los adolescentes de 12 a 16 años y la población infantil de 6 a 11 años.
El informe de la Procuraduría identifica varias causas principales de los trastornos mentales en Colombia. Estas incluyen la violencia de todo tipo, con especial hincapié en la violencia intrafamiliar. También se señalan el acoso escolar, el consumo de sustancias psicoactivas, el ciberacoso y el reclutamiento por parte de grupos armados, entre otros factores.
En respuesta a esta situación crítica, el Ministerio de Salud ha emitido una serie de recomendaciones para prevenir la aparición de enfermedades mentales en niños y jóvenes.
Destaca la importancia de la crianza amorosa, que promueve un equilibrio entre el control, el monitoreo y el afecto para garantizar el bienestar integral de los niños. Además, se hace énfasis en el juego y las actividades artísticas como factores cruciales en el desarrollo neurológico y emocional de los niños, alentando la participación activa de las familias.
Otra recomendación clave es fomentar la comunicación efectiva, proporcionando a los jóvenes canales seguros donde puedan expresar sus sentimientos y ser escuchados.