Con granadas y disparos al aire un traficante amenazaba a sus vecinos en Bogotá para que no lo entregaran a las autoridades

En 2010, l hombre ya había sido capturado y pasó cuatro años en prisión

Su esposa lanzaba una alerta tan pronto como la Policía visitaba el sector - crédito Colprensa

Con tal de no volver a prisión, un traficante de drogas mantenía amedrantados a sus vecinos en el sector de la Isla del Sol (sur de Bogotá) enseñándoles parte de su armamento y disparando al aire desde la terraza de su vivienda, para evitar que se pusieran en contacto con las autoridades.

Sin embargo, su estrategia de poco habría servido, pues el tercer fin de semana de octubre (21 y 22 de octubre), lograron dar con su captura, aunque en esta ocasión al delito de tráfico de estupefacientes se sumarán el de porte ilegal de armas y chantaje.

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El coronel Javier Gallego, comandante operativo de la Policía de Bogotá, detalló en entrevista para el matutino de Arriba Bogotá, que la captura se dio “dentro del marco de la operación Bogotá” y que “la Policía Nacional logra este importante resultado, después de obtener información, con apoyo de nuestra Fiscalía General y nuestro Ejército”. Es así como llegaron a “realizar dos allanamientos en el sector de la Isla del Sol, cerca al barrio Venecia y se logran estos resultados importantes”.

En más de una ocasión, al ser descubierto vendiendo alucinógenos en espacios comunes, la comunidad intentaba actuar, pero no tenían de otra que echarse para atrás, una vez eran amenazados con rifles y explosivos tipo granada.

De ahí que, las autoridades anunciaran como un gran logro “la captura de alias Beto. Esta persona –después de todo– era quien intimidaba a sus vecinos, a las personas en el sector. Las intimidaba mediante armas de fuego, las intimidaba, lógicamente, con algunas amenazas, también, y era la persona que estaba liderando el tráfico (de estupefacientes) en esta localidad (Tunjuelito)”.

Pero no actuaba solo. De hecho, de no ser por su compinche y, también, pareja sentimental, habría caído en manos de las autoridades dese hace tiempo, pues, era ella quien le avisaba cuando la Policía rondaba el sector.

“Importante resaltar que dentro de estos dos allanamientos también se logra determinar que su esposa, su compañera, era quien, mediante cámaras de video y vigilancia, estaba pendiente, también, apoyando a este sujeto, con el fin de verificar si llegaba la Policía, si llegaban autoridades, o no, al sector”, precisó el comandante operativo de la Metropolitana.

Con la captura de alias Beto no solo se da un golpe contundente al tráfico de alucinógenos en la localidad de Tunjuelito, especialmente, en los sectores de la Isla del Sol y barrio Venecia, sino también, se acaba con la tortura de una comunidad que se enfrentaba a todo un arsenal de guerra.

Así lo dio a conocer en conversaciones con el medio citado, el coronel Gallego: “Importantes resultados, entre ellos, se logra, lógicamente, la incautación de varias armas de fuego, también se logra (incautar) tres fusiles neumáticos, se logra (incautar) una pistola traumática, un arma de fuego tipo revolver y, también, la incautación de más de 3.500 gramos de base de coca”.

El temor desmedido de alias Beto por ir a la cárcel, responde a que, hace unos años, pasó una temporada en prisión. Y es que, su actuar descarado lleva trayéndole problemas desde hace décadas, pues, lejos de mantener un perfil bajo, como la mayoría de traficantes, a donde quiera que llega hace de las suyas, sin importarle qué tanto puede llamar la atención de los locales.

“Resaltar que alias Beto ya había estado en la cárcel en el año 2010 y pagó cuatro años por el delito de tráfico de estupefacientes. De verdad que continuaremos nosotros con estas tareas, bajo el marco de la operación Bogotá, con el fin de garantizarles la tranquilidad a todos los capitalinos”, sostuvo Gallego.