La situación de seguridad en Santander es preocupante, precisamente desde la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) se estaría evaluando un informe en el que se apreciaría que la subregión del Catatumbo se encuentra en una crisis humanitaria producto de las acciones delincuenciales de las organizaciones al margen de la ley.
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En dicho documento de la OCHA es está analizando las consecuencias que los Grupos Armados No Estatales (GANE) han estado generando a la población civil del municipio de Santander, evidenciando su control desde el 2021:
“Los combates y amenazas por parte de los GANE han resultado en la pérdida de cultivos y animales semovientes. Esto ha generado una crisis humanitaria en el Catatumbo y un impacto significativo en la seguridad alimentaria de los campesinos, comunidades étnicas, niños, niñas y adolescentes y mujeres en estado de gestación”.
Las actividades ilícitas en las que se encuentran el tráfico y producción de estupefacientes, la extorsión, el homicidio, el secuestro, la minería ilegal y la explotación sexual etc., estarían afectando seriamente a la población civil que se ha habría tenido que confinar masivamente o desplazarse de sus hogares por miedo a la violencia producida por los GANE.
Pero el informe no solamente abordaría a las poblaciones nativas de Santander que habrían tenido que sufrir las acciones de los grupos criminales, las personas que ha tenido que llegar al territorio proveniente del exterior ha sido un blanco de maltratos y abusos por parte de los denominados Grupos Armados No Estatales. En el informe se está evaluando sí serían al menos 2.000 migrantes los afectados:
“Cerca de 2.000 refugiados y migrantes son objeto de instrumentalización por parte de los GANE, siendo forzados a trabajar en minas ilegales y convirtiéndose en víctimas de trata y tráfico de personas, así como también se enfrentan a barreras de acceso para la regularización de su estatus migratorio”.
La población infantil de Catatumbo también sería una de las más afectadas, ya que serían al menos 218 niños y niñas que no tendrían acceso a la educación, produciendo un escenario propicio para el reclutamiento que suelen hacer las estructuras delincuenciales.
Respecto a las comunidades indígenas en el informe que está en investigación se establecería que las acciones criminales si han desatado una crisis humanitaria en la subregión enfatizando en que “al menos 2.000 personas carecen de los recursos necesarios para adquirir alimentos con los nutrientes esenciales para su desarrollo. Además, se han registrado 31 casos de enfermedades como tuberculosis y paludismo”.
El informe que se encuentra en revisión por parte de la OCHA también abordaría como la presencia armada de los actores delincuenciales han disminuido considerablemente el personal que lleva a cabo labores humanitarias en el territorio.
“A este escenario se añaden lo más de 45 incidentes de restricciones al acceso – amenazas y violencia contra el personal humanitario, interferencias en las actividades y en el paso de las agencias- que realizan los GANE hacia las organizaciones humanitarias que hacen presencia en el departamento, lo que profundiza la crisis humanitaria”.
Cabe recalcar que durante la madrugada del 24 de octubre se registró un ataque armado en contra de una estación de Policías en el departamento de Santander. La acción criminal ocurrió en el municipio de Barrancabermeja y habría sido propiciada por encapuchados que llegaron por el la corriente hídrica cercana al muelle, de acuerdo con el comandante del Magdalena Medio, coronel Luis Cubillos:
“Estamos verificando que estos delincuentes llegaron por el río, a través de transporte fluvial, e intimidan a los uniformados. Estamos dentro de las verificaciones puede ser delincuencia o algún grupo ilegal, pero no me atrevo decir nada”.