El 1 de noviembre de 2023 entrarán en vigencia los impuestos saludables establecidos en la reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro. Este aplicará para alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas.
En el caso de los ultraprocesados, el aumento en el precio de estos dependerá de la cantidad de sodio y azúcares que tengan. Si estos superan los estándares permitidos, será del 10% el impuesto saludable. Dicha tarifa aumentará hasta llegar al 20% en 2025, exceptuando el salchichón, butifarra, pan, arequipe, entre otros.
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A su vez, para las bebidas azucaradas, las que contengan entre 6 gramos y 10 gramos de azúcar pagarán $18 por cada 100 mililitros, y las que tengan 10 gramos de azúcares añadidos pagarán $35.
Por supuesto, hay muchas críticas por la entrada en vigencia de dichos impuestos, sobre todo, porque se impactará el índice de inflación (10,99% interanual en septiembre), lo que hará que esta no ceda como lo viene haciendo desde marzo (13,3%). Además, porque muchas tiendas podrían desaparecer, en caso de que se caigan las ventas.
Sin embargo, parece que no todo está perdido para estos pequeños comercios. Así lo expresó el presidente de la Mesa Nacional de Tenderos y Comerciantes de la Economía Popular, Héctor Galindo, en diálogo con Infobae Colombia.
Por un lado, resaltó que los recursos que se generen de este impuesto serviría para la prevención en salud, porque es el destino para el cual se desarrolló la reforma tributaria. Según él, la medida mejoraría la salud de los colombianos y también la condición en general de los consumidores.
De igual manera, dijo que en lo tributario es un impuesto que magnificaron y lo quieren hacer ver como si fuera contra los tenderos. Por eso, aclaró que es un impuesto a productos que no son tan prioritarios en las tiendas, pues en estas se venden otras cosas, como panela y arroz.
“La realidad es que siempre ha sido que cuando el productor le coloca un impuesto al producto, el tendero genera una utilidad sobre el precio que le dan del producto y se venderá, más o menos, dependiendo el gusto y el consumo de la gente. Personalmente, creo que a los consumidores de gaseosas, por el hecho de que le suban $200, no creo que las dejen de consumir, pero ojalá lo hagan”, precisó el dirigente.
Galindo, también director ejecutivo de la Federación Colombiana de Tenderos y Comerciantes de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fecoltiendas), considera que un impuesto saludable genera ingresos y defiende a la ciudadanía general, por lo que a los tenderos no los afecta de manera grave.
Al respecto, señaló que a estos los afectan otras cosas mucho más delicadas, como el acceso a créditos, más seguridad, menos impunidad en la justicia, que se generen de verdad incentivos reales, que es en lo que trabaja el gremio ahora mismo para lograr cosas que antes no se tenían.
Reemplazo de productos
A propósito de que los consumidores colombianos dejen de lado esos productos y una posible baja en las ventas de las tiendas, aseguró que siempre pasa que los productos se reemplazan y el dinero es el mismo.
“La gente no gasta más o menos de la plata que tiene. Lo que hemos visto es que compran un poquito menos o lo reemplaza por otra cosa. Lo que se gasta en el mercado se va a gastar igual. Sí se van a vender menos unidades de pronto, pero el volumen de venta se mantiene, ya que la gente consume lo que puede y la utilidad del tenedero se mantiene”, aseveró.
Precisó que los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas, que serán más costosas de ahora en adelante, se podrían reemplazar con plátano, frutas, verduras, maíz o papa sudada para ayudar al campesino.
Según él, desde la oposición le hacen mucho bombo en contra de los impuestos saludables y los están utilizando de manera inadecuada para hacer publicidad política en elecciones, aunque la fecha de inicio de la entrada de estos se puso hace mucho tiempo.
“Por qué ahora lo hacen sí. Hasta ahorita el escándalo. Como siempre, dejamos todo para lo último o para cuando hay elecciones”, señaló el presidente de la Mesa Nacional de Tenderos y Comerciantes de la Economía Popular, .
Ante una posible desaparición de las tiendas de barrio por este impuesto, enfatizó en que hay agremiaciones que representan a las grandes superficies que declararon la muerte de los tenderos desde hace más de 30 años y eso no pasó.
El tendero de barrio es un fenómeno social
Frente a esto, adujo que el tendero del barrio, aparte de vender productos de primera necesidad, es el sicólogo, es el que recibe las llaves, es un fenómeno social importantísimo en los barrios populares.
“Eso no lo conocen los de estratos seis, aunque también van a la tienda, si la tienen cerca. Esto es un fenómeno mucho más que la compra y venta de productos. Con el pequeño comercio no acabarán, porque generan el 80% de los ingresos de las personas de la economía popular”, añadió.
Lo que sí aceptó es que se deben cuidar las tiendas, que son las que generan los ingresos y el empleo de la gente.
Puntualizó que hace dos años se hizo una investigación y se vio que el impacto de los impuestos saludables es mínimo y por eso el gremio tiene tranquilidad.
Finalizó al decir que hay otras cosas más graves y por eso es bien importante que se revise cómo se apoya el sector, cómo se le pueden generar créditos, cómo se le genera más cercanía con los productores del campo, cómo se puede acceder a líneas de crédito y no llorando por un impuesto.