Según reveló la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) con corte a octubre del 2023 han sido robados al menos 3.300 contadores de agua en la capital colombiana.
Su ubicación, a las afueras de las viviendas, se está convirtiendo en un dolor de cabeza para los propietarios, pues con la oscuridad de la noche, las bandas dedicadas al hurto de estos dispositivos atacan.
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Infobae Colombia conoció el testimonio de Margarita Huertas, quien a mediados de octubre (2023) fue víctima de los ladrones de contadores, en el barrio Villaclaudia, de la localidad de Kennedy. Esta es su historia:
“A mí me robaron el contador hace 15 días, el sábado hace 15 días a la madrugada. Según me dijo una vecina, debió ser sobre las 2 de la madrugada. Llamamos ese sábado (a la empresa de acueducto y alcantarillado) y, el mismo día, vinieron a mirar y a taponarlo. Sin embargo, ya habíamos cerrado la llave para que no se siguiera escapando el agua”.
A pesar de que algunos vecinos sintieron un ruido extraño, solo fue cuando amaneció que notó la fuga de agua, bastante angustiada, pues estaba iniciando el fin de semana y no sabía cuánto tendría que esperar hasta que el acueducto instalara un nuevo contador en su vivienda.
Sin embargo, estuvo con surte. Al día siguiente, personal de la empresa de acueducto reemplazó la pieza: “Al otro día, es decir, el domingo, vinieron a instalarlo, porque los reportes de los contadores robados son atendidos de manera rápida. Así que, al otro día ya estaba instalado nuevamente”.
A raíz de su experiencia, decidió colocar “una rejilla, para que no lo roben tan fácil”, pues, no solo pagara extra por el agua que estuvo derramándose, sino también, por el nuevo contador:
“Vienen a taponar y cobran el taponamiento. En el papel que me dieron, a manera de constancia, aparece como si lo cobraran. Oscila entre los 265.000 y los 285.000, pero me dieron la opción de pagarlo al contado o diferirlo en cuotas”, puntualizó.
Un problema que se ha extendido a otras localidades:
A pesar de estar bajo tierra, protegidos por una tapa “de seguridad”, los contadores son desmantelados en cuestión de minutos, como, denuncian los vecinos de la localidad de Teusaquillo.
En entrevista para el matutino de Arriba Bogotá, lamentaron que a pesar de haber estado velando “por la comunidad, por el barrio, para sacar la delincuencia del sector, trabajar con los entes del Distrito, con la Alcaldía local y con el comandante de Policía”, no han logrado detener esta práctica.
“A mí, personalmente me han robado dos. Un día lo cambie y al tercer día me lo volvieron a robar. Ese es otro problema que existe aquí en la comunidad”, denunció otro de los habitantes del sector.
Sin embargo, el de los contadores no sería su único problema, pues, los habitantes de calle y las bandas delincuenciales han estado aglomerándose en el sector:
“Tenemos problemas porque hay acopio, donde les compran los reciclados, entonces hay mucha gente con carreta, duermen en las esquinas, entonces se ha vuelto más inseguro el sector”.
Varios de ellos, denuncian, han sido atraídos por los estudiantes de universidad que, al igual que los vecinos, se convirtieron en blanco fácil de los ladrones:
“Están los habitantes de calle, que también nos amenazas a las señoras e, incluso, han tocado su cuerpo (…) es una población flotante, porque tenemos (cerca) todas las universidades. Los estudiantes tienen el mejor computador, el mejor celular y los ladrones saben eso. Todos los días pasan y les roban sus pertenencias”.
Para las víctimas –del cada vez más común– robo de contadores, la empresa de acueducto y alcantarillado de Bogotá dispuso la línea 116 para realizar la denuncia y, posteriormente, reemplazar el dispositivo, en un periodo de 24 horas.
Además, “la EAAB recomienda a la ciudadanía estar atentos ya que existen bandas organizadas que se hacen pasar por funcionarios del Acueducto. Hacen presencia en el predio e informan que hay una orden de retiro de medidor”.