El apacible municipio de Betania, habitado por aproximadamente 10,000 personas, se halla inmerso en un escándalo político de magnitudes inesperadas. La campaña del candidato a la alcaldía Brahiam Montoya, respaldado por los partidos Verde, U, ASI y Cambio Radical, ha suscitado un sinfín de preocupaciones y cuestionamientos debido a la fuente ostentosa de su financiación, según varias denuncias ciudadanas que menciona el medio El Colombiano.
Desde el inicio de la campaña, los habitantes de Betania han sido testigos de un incremento inusual en la inversión y los regalos ofrecidos por la candidatura de Montoya. Regalos de alto valor, como: cestas de alimentos y uniformes deportivos, han sido entregados en eventos de campaña, dejando a la comunidad perpleja. Incluso se han distribuido televisores, computadoras y kits de herramientas para los transportistas locales.
El despliegue de riqueza y generosidad en un municipio de sexta categoría, reconocido por su serenidad y su arraigada comunidad cafetera, ha generado cuestionamientos sobre la procedencia de estos fondos. Los ciudadanos se preguntan si esta financiación proviene de fuentes legítimas o, más bien, de una procedencia incierta.
Entre las teorías ciudadanas se habla de la mano derecha de Montoya, un hombre “que tiene denuncias por hurto calificado en 2020 en Fiscalía 254; por estafa en 2019 ante la Fiscalía 151; por hurto agravado en la Fiscalía 254, por abuso de confianza en 2021 en la Fiscalía 30; y por lesiones personales este mismo año en la Fiscalía 90″, según mencionó El Colombia.
La inquietud creció aún más cuando un enigmático estadounidense, Bryce Cleveland, hizo su aparición en Betania con la intención de respaldar la educación de los niños del municipio. Cleveland se presenta como el fundador y director ejecutivo de Scalpa Industries, una empresa especializada en productos estéticos. A través de sus redes sociales, muestra un estilo de vida suntuoso y ha sido visto repartiendo regalos y alimentos en diversas localidades de Medellín y otras regiones del país.
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La participación de un empresario extranjero que otorga regalos generosos y se involucra activamente en una campaña política en un lugar tan pequeño como Betania ha generado más interrogante que respuestas. La comunidad se cuestiona cuál es el verdadero motivo detrás de esta acción y cómo se relaciona con la elección de un alcalde en un municipio de estas características.
El aumento en la opulencia de la campaña y la intervención de Bryce Cleveland han dado punto a la presentación de denuncias ante entidades de control como la MOE y Uriel, encargadas de supervisar los recursos en las campañas electorales. Las autoridades han iniciado investigaciones para esclarecer estas acusaciones de irregularidades que podrían incidir en el proceso electoral.
El propio candidato, Brahiam Montoya, ha respondido a las acusaciones negando cualquier tipo de irregularidad y atribuyendo las denuncias a ataques políticos por parte de otros contendientes. Montoya, un abogado y magíster en políticas públicas, afirma poseer la experiencia necesaria para liderar el municipio de Betania y sostiene que la opulencia en su campaña no debería suscitar suspicacias.
Uno de los aspectos más polémicos de la campaña de Montoya es la presunta vinculación con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Diversos testimonios de individuos vinculados a la campaña afirmaron que la ONU estaba involucrada en las iniciativas sociales que se prometían en caso de que Montoya resultara electo alcalde.
No obstante, el candidato Montoya ha negado cualquier vínculo directo con la ONU y ha sugerido que la mención de la organización pudo haber surgido a través de Juan Patrón, uno de los acompañantes de Bryce Cleveland. A pesar de que Patrón se presenta en redes sociales como empresario y filántropo, no se cuenta con pruebas sólidas que respalden su afiliación a la ONU ni su autorización para realizar promesas en nombre de la organización.